Ocho de cada 10 mujeres guanajuatenses salen con miedo a la calle por la persistente violencia sexual que el Estado de Guanajuato tolera.
Piropos, toqueteos, miradas morbosas, persecuciones, insultos sobre sus cuerpos, hombres que muestran sus genitales en espacios públicos son algunas de las agresiones que sufren niñas, adolescentes y adultas en todos lados, principalmente en el transporte público.
Esto lo dio a conocer el Centro de Derechos Humanos Victoria Díez, resultado del estudio -respaldado por la Universidad Iberoamericana- sobre “Seguridad de las mujeres en contextos suburbanos”, tomando el caso de la colonia Los Castillos como muestra representativa de lo que se vive en León, en Guanajuato y a nivel nacional.
“La violencia sexual que padecen las mujeres en los espacios públicos es permanente. Las mujeres no somos percibidas como sujetos de derechos, sino que se les considera como cuerpos que circulan y son vistos como objetos con posibilidad de matar, violar… cuerpos para consumo masculino”, señaló María Guadalupe Fernández Aguilera, del Programa de Relaciones de Género de la Ibero.
12 mujeres de las colonias Nuevo León, Lomas de Guadalupe, Lomita, Chepinque y Cantarrana -las últimas tres zonas irregulares- hicieron el trabajo de campo de la investigación: 300 encuestas a mujeres adultas y 100 cuestionarios en escuelas primarias y secundarias, con enfoque de derechos humanos, igualdad, perspectiva de género, derecho a la ciudad.
Después de haber recibido agresión sexual, las mujeres entrevistadas dijeron haber experimentado sensaciones de miedo, enojo y asco.
“El acoso no es normal, las mujeres tenemos derecho a una vida libre de violencia. Desgraciadamente en un sistema social como en el que vivimos, ‘conservador y polarizado’, con instituciones atomizadas y miopes ante las que la violencia es difícil de articular propuestas para que podamos sentirnos seguras”, resaltó Cristina Magaña Abarca, del centro Victoria Díez.
Añadió que hoy las mujeres no pueden ejercer la ciudadanía plena porque la vida en espacios públicos es limitada, porque  “las mujeres son castigadas en la recreación, no pueden hacer ejercicio, divertirse o visitar a familiares”.
El académico e investigador David Martínez Mendizábal, declaró que la gente ve a un Estado ausente que no quiere ver la gravedad de violencia.
“La gravedad del problema no corresponde a la acción gubernamental, las acciones son aisladas; ven al Instituto de las Mujeres como los responsables de atender a las mujeres, pero tiene que ver con seguridad, desarrollo social, educación… tiene que ser una política transversal”, agregó el académico.
Son cuatro las acciones que gobierno municipal ha desarrollado: Créditos a mujeres, Red de mujeres, Formación de grupos comunitarios, Trabajo de masculinidades… pero son aisladas.
 

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