La juez de Oralidad de lo Familiar Dalila Fernanda Hernández Farías aclaró que no favoreció a su colega y juez Oliver Frías Morales, en la demanda de divorcio que había en su contra.
Esto, luego de que la esposa de su compañero en el Poder Judicial, Elisa Araceli Vásquez Ramírez la señaló como participe en un posible tráfico de influencias, al no concederle el divorcio, solicitado desde abril del 2015.
A través de una carta abierta que envió a este medio, Vásquez Ramírez narró que después de 16 años de matrimonio a consecuencia de malos tratos, violencia e insultos que ejercía su esposo sobre ella, decidió divorciarse.
Por lo anterior interpuso la demanda y asegura ahí comenzó su lucha, no solo contra su marido, sino también contra el Poder Judicial del Estado, cuyos jueces, detalló, han violentado sus derechos.
La mujer invocó la violencia como causal de divorcio y según su carta, se favoreció a su aún esposo con plazos legales para que él les diera respuesta.
Citó que la jueza Hernández Macías le negó el divorcio, al no acreditarse la violencia, pese a que en las audiencias fue testigo y tuvo que llamar al orden por los gritos e insultos en su contra.
La víctima y madre de tres menores de edad, destacó que además se le pidió regresar a vivir con su esposo, cuyo psicólogo dictaminó que ella representaba un peligro para sus hijas.
Al respecto y mediante una entrevista, la juez de Oralidad de lo Familiar Dalila Fernanda Hernández Farías confirmó que el tribunal se llevó dicho expediente, cuyas particularidades no podría dar a conocer, al estar involucrados menores de edad, quienes tienen derecho a la privacidad, lo que se encuentra contemplado en los tratados internacionales.
“Estuvo fundada y motivada la resolución, en mi caso particular yo no tengo ninguna preferencia por ninguna una persona (…) Si bien es un juez una de las partes, yo no tengo ningún vínculo de amistad, ni de parentesco con esa persona, es un compañero de trabajo y no por esa circunstancia se dio algún tipo de beneficio a él”, refirió la Juez.