La decisión que se veía venir desde la semana pasada se confirmó ayer y la propiedad del Estadio León quedó en manos de Héctor González González y Roberto Zermeño Reyes, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Club Social y Deportivo León A.C.
Por mayoría de votos en sesión pública el Primer Tribunal Colegiado Civil del XVI Circuito del Poder Judicial de la Federación negó el amparo al Municipio de León. Lo anterior ratifica el fallo que en dos instancias judiciales previas le dio la razón a los particulares.
Los magistrados Jorge López Campos y David del Toro Arreola votaron por negar el amparo a pesar de los intentos por convencerlos de su homólogo Juan Solórzano Zavala.
Ambos argumentaron que, de acuerdo a disposiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un fideicomiso no es un contrato que tenga como finalidad transmitir la propiedad de bienes, sino únicamente administrar los recursos que se determinen para un fin particular y por un plazo.
“Cuando se habla de la transmisión real, irrevocable, se refiere a la naturaleza del fideicomiso”.
“…Si esa realmente esa su intención (entregar la propiedad definitiva del estadio al Municipio) para qué crear una figura de Fideicomiso si era más sencilla un contrato de compra-venta, de donación, o cualquier otro”, expresó López Campos, magistrado ponente de la resolución de negativa de amparo.
Antes de abrir el debate López Campos atajó que su decisión es jurídica y no de un debate político ni social: “Los magistrados resolvemos en base a las constancias que están en el expediente”, defendió.
En tanto Juan Solórzano insistió que en todo momento la voluntad de las partes que hicieron el Fideicomiso fue que, al término del mismo, quedara el inmueble en propiedad del Municipio.
“Es claro que la voluntad fue la de que, al concluir el Fideicomiso, por la razón que fuere, se transmitiera al único fideicomisario, que era el Municipio. De lo contrario las prestaciones muy bondadosas que obtuvo a cambio (Roberto Zermeño) no tendrían razón de ser”, argumentó.
Les recordó que Roberto Zermeño, al conformar el Fideicomiso, recibió a cambio 10 mil 359 metros cuadrados aledaños al Estadio León y el uso de suelo comercial para aprovecharlos.
Y retomó antecedentes a la conformación del Fideicomiso, como fue una reunión el 12 de febrero del 2000 entre los representantes del Club Social y Deportivo León con autoridades municipales y estatales para establecer el compromiso de crear un Fideicomiso y ceder el Estadio León como un bien público.
Así como una asamblea del 19 de septiembre del 2000 del propio Club se oficializó la autorización para constituir un Fideicomiso con carácter de irrevocable y entregar el inmueble al Municipio.
Jorge López Campos contestó que el concepto de |    terminación anticipada del Fideicomiso está mal regulado en el contrato pues no se precisan las causas por las que las partes podrían incurrir en ese supuesto, pero en todo caso en el juicio que se discute no aplica pues se cumplió con los 10 años (al invalidarse por el Tribunal Contencioso Administrativo el acuerdo de Ayuntamiento de 2007) y entonces el bien que administraba temporalmente el Fideicomiso regresa a quien lo cedió.
Y que si se le dieron ventajas a una de las partes (Roberto Zermeño) eso no les corresponde resolver.
En tanto que David del Toro Arreola, en funciones de magistrado para el caso (pues el titular, Jesús Valencia Peña se excusó de participar) coincidió en que un Fideicomiso no es para ceder bienes.
“Las cláusulas V, que a su vez nos remite a la XV, no amerita una interpretación, es clara, se refiere a la terminación anticipada, si las partes hubieran querido pactar expresamente algún otro tipo de terminación no anticipada o bien trasladar el dominio definitivo, se hubiera plasmado”, opinó.

Y por fin no los escuchan

Otro tema que se discutió al inicio de la sesión fue el papel de los dueños de palcos y plateas.
El magistrado Juan Solórzano reiteró que hace una semana se aplazó el fallo precisamente para escucharlos, sin embargo en el proyecto de resolución no se les menciona en ningún renglón.
No obstante el magistrado Jorge López Campos se sostuvo en que ellos no son parte del juicio. El derecho en disputa es el de la propiedad del estadio y no el del usufructo de los palcos y plateas y David del Toro lo respaldó,  con lo cual Solórzano se dio por vencido.
Luego de hora y media de discusión, se votó la resolución y efectivamente, el resultado fue dos contra uno.

 

 

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