Luis Videgaray continúa delineando líneas rojas al Gobierno de Donald Trump. Ayer, el cancillerse desplazó a Washington para rechazar dos de los más polémicos intentos legales de la Administración Trump para frenar la inmigración irregular; presionar a México para recibir a deportados no mexicanos y separar familias capturadas intentando entrar irregularmente en Estados Unidos.
En una rueda de prensa en la embajada mexicana, Videgaray reafirmó la soberanía de México al rechazar la presión que ejerce EU para que su vecino del sur reciba a inmigrantes indocumentados que no sean mexicanos.
“Sólo México decidirá quién entra y sale de México” dijo en un encuentro con medios en la capital estadounidense tras reunirse con tres asesores cercanos al presidente republicano.
Videgaray se vio con el director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, Gary Cohn; el asesor de Seguridad Nacional, Herbert Raymond McMaster, y Jared Kuschner, asesor y yerno de Trump, según la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Durante la reunión, según expresó en la comparecencia, el canciller rechazó tajantemente la posibilidad de que su país acepte a centroamericanos de acuerdo al proyecto de reforma migratoria que pretende poner en marcha el Departamento Nacional de Seguridad según confirmó hace pocos días.
En la Casa Blanca, Videgaray comunicó también su “grave preocupación” ante otra polémica medida que estudia el DHS para separar a los menores de sus familias al cruzar la frontera, y que la DHS estaría en estudio.
Por el momento no hay planes para organizar una reunión entre el presidente Peña Nieto y el presidente Trump, según confirmó Videgaray.
Respecto a la renegociación del tratado comercial, Videgaray aseguró que México y EU buscan concretarla antes de que termine el año iniciando pláticas formales a más tardar en julio.
“Lo que nosotros esperamos es que las conversaciones formales en materia comercial inicien a mediados del año, que inicien las pláticas formales probablemente en junio o en julio.
“A partir de ese momento iniciarán las conversaciones formales que podrán tomar un proceso normal de discusión de varios meses”, dijo.
Asimismo, reafirmó que la relación con EU sigue siendo cercana y de “trabajo constructivo” pese a las “diferencias claras, públicas y notorias que existen entre ambas naciones”.