“Ayuda a ir con regularidad al baño”: es lo primero que a muchos les viene a la cabeza cuando se trata de resumir los beneficios del kiwi, esa fruta hasta no hace mucho exótica que afortunadamente se ha incorporado con naturalidad a nuestra dieta.

Y decimos afortunadamente porque, aunque su fama contra el estreñimiento se la ha ganado a pulso, consumir kiwi es también muy positivo para otros ámbitos de nuestra salud.

 

Disfrutará de más vitalidad

“Del kiwi hay que destacar su elevado contenido en vitamina C, ya que 100 gr de kiwi permite cubrir algo más del 150% de las recomendaciones de esa vitamina de un adulto de 20 a 40 años. Cuando oímos vitamina C pensamos automáticamente en cítricos, pero el kiwi tiene dos veces más vitamina que las naranjas o fresas”, explica la doctora Rosa María Ortega Anta.

 

Aliado durante el embarazo

El ácido fólico y la vitamina B9, son vitales para las mujeres que se quieren quedar embarazadas, para las que ya lo están e incluso para las que están dando de mamar a su hijo. Todas requieren unos niveles altos, ya que esta vitamina cumple un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo celular y ayuda a prevenir defectos en el cierre del tubo neural del embrión, causantes de malformaciones muy graves como la espina bífida o la anencefalia.

 

Catarros más llevaderos

“También se ha demostrado que el consumo de kiwi reduce a la mitad la probabilidad de padecer catarro y gripe, pero también los problemas asociados a estas enfermedades como la disminución de apetito, malestar general, el dolor de cabeza o el decaimiento”, explica la doctora Ortega Anta.

 

Su piel, más elástica y luminosa

La vitamina C también contribuye a que tu cuerpo produzca colágeno, una importante proteína que forma el soporte de las células, que a su vez son los componentes fundamentales de la piel. La producción de colágeno disminuye con la edad, lo que hace que la piel pierda elasticidad. Tomar suficiente vitamina C es fundamental para mantener una piel sana.

Asimismo, la vitamina C actúa como un potente antioxidante. Los antioxidantes nos protegen de los daños oxidativos producidos por los radicales libres sobre las células y el ADN.

 

Le ayudará a hacer la digestión

“Comer un kiwi con las comidas aumenta la hidrólisis proteica, el proceso en el que las proteínas se convierten en aminoácidos, y facilita la digestión gástrica, algo que beneficia fundamentalmente a aquellas personas con acidez en el estómago o trastornos intestinales. Además, el kiwi es la única fruta que contiene actinidina, una enzima con capacidad para descomponer las proteínas y que contribuye a la digestión”, detalla la doctora Ortega Anta.

 

Le irá mejor en el baño

El kiwi es rico en fibra, de ahí su fama de alimento contra el estreñimiento. “Se debe al contenido de fibra tanto soluble como insoluble, que retiene gran cantidad de agua, aumenta la masa fecal y suaviza el tránsito”, indica la profesora Ortega. La fibra se encuentra en los vegetales, frutas y granos que comemos y, como nuestro organismo no puede digerirla, pasa directamente al intestino, donde fermenta. A pesar de que no se absorbe, juega un papel fundamental en el proceso digestivo y en la prevención de enfermedades, ayuda a regular el ritmo intestinal y a ir al baño con regularidad.

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