Nadie me cree cuando les digo que el dinero es simple, quien lo hace complicado ¡somos nosotros!
Necesitamos simplicidad, una forma de tomar decisiones con respecto al dinero. Y si eres capaz de entender los porqué, todo tendrá sentido. Estas reglas son fáciles de recordar y una vez que las entiendas, podrás ponerlas en práctica sin problema.
1. Haz más: Tu trabajo es tu inversión más importante
Protege tu seguridad financiera al tratarla como cualquier otra inversión. Si tu trabajo es arriesgado (si te pagan por comisiones o si tu trabajo está ligado a la economía), es un valor. Si es más estable, esencialmente tienes un lazo. Así de fácil; entre mayor estabilidad tengas, mayores riesgos puedes tomar.
Toma en cuenta tu felicidad: La próxima vez que consideres tomar un trabajo sólo por el dinero, recuerda: el dinero puede comprar tu felicidad hasta cierto punto. Fuera de eso, más dinero no hará gran diferencia. Siempre y cuando lo que ganes te permita pagar la renta, la gasolina del coche, la comida que te gusta, las vacaciones ocasionales y uno que otro lujo, más dinero no te hará tan feliz.
Una hora de tu tiempo vale: Chécate esta forma rápida de calcularlo. Primero checa cuánto ganas al año, luego quítale 3 ceros a ese número y divide la cifra a la mitad. Por ejemplo, si ganas 120 mil al año, una hora de tu tiempo vale 60 pesos. Usa esta fórmula para saber cuándo te conviene contratar a alguien y qué tareas ni siquiera vale la pena realizar.
Conoce tu valor en el mercado: ¿Mereces más de lo que ganas? ¿O menos? Si estás ganando menos de lo que te mereces, estás perdiendo dinero todos los días. Y si estás ganando más de lo que deberías, es el momento de mejorar tus habilidades y tu productividad.
2. Ahorra: Cuenta los pesos como las calorías
Llevar un registro de calorías es una excelente opción para aquellos que están bajando de peso. Y lo mismo sucede con las finanzas. La mayoría de las personas no tienen ni idea de dónde termina su dinero y jamás llevan un registro… cuando en realidad es facilísimo hacerlo.
Vive debajo de lo que puedes: La clave está en vivir con menos de lo que ganas. Si lo haces constantemente, automáticamente estarás ahorrando. Trata de ahorrar más o menos el 10% de lo que ganas.
Carga billetes, no monedas: Gastar un billete de 500 es más doloroso que gastar uno de 20. En lugar de billetes de 100, pide en el banco puros de 200 ó 500. Se quedarán en tu billetera por MÁS tiempo.
La inversión hace la diferencia: 2 mil pesos no es mucho dinero. Pero si lo ahorras cada semana y lo inviertes en un retiro que ganará un 6% conservativo… y lo haces por 30 años, estarás cuatriplicando esa cifra.
Ahorra cada aumento: Esto es lo que seguro pasó cuando te aumentaron el sueldo: celebraste con unos tacos, te gastaste ese dinero en unos tacones y empezaste a planear unas vacaciones. Esto es lo que pasó con tu valor: nada. Cada incremento de tu salario viene con un incremento de ahorros. Así de fácil.
3. Evita deudas: Cada cumpleaños, checa tu peso y tu historial crediticio
Tu historial crediticio es vital para asegurarte un préstamo, un apartamento o un trabajo. Tu interés absoluto es protegerlo: paga tus deudas a tiempo, no uses más del 10 a 30% de tu crédito disponible, no tramites más tarjetas y no canceles aquellas que no estás usando. Entre más tiempo estén abiertas, mejor será tu historial.
Usa tus ahorros de emergencias ¡para emergencias! Tu refri murió. Tu techo tiene muchas goteras. Necesitas un estudio clínico costoso. Esas son emergencias.
4. Gasta sabiamente: Los vendedores no son tus amigos
Compramos por muchas razones, incluyendo soledad. ¿Nunca te has encontrado en una tienda departamental porque tu novio se fue de viaje, o porque no querías comer sola en tu depa?
No copies tus compras: Es humano; tu amiga quiere el postre y te verás tentada a querer lo mismo. Verás a tu prima pasar la tarjeta de crédito y querrás hacer lo mismo. Si necesitas comprar un regalo de cumpleaños, hazlo con tu mamá que nunca tiene dinero o que compra sólo en ocasiones importantes, no lo hagas con tus amigas que salen de shopping cada viernes.
5. Invierte sabiamente: Grandes números hacen que la gente inteligente haga cosas estúpidas
Piensa en un billete de lotería. Cuando el premio es bajo, la gente comprará pocos boletos. Pero si el premio es de millones, la gente se volverá loca. Lo mismo pasa con las inversiones. Si ves que puedes ganar mucho dinero, querrás invertir más de lo que debes. Lo que deberías hacer aquí es ejercer disciplina y cuidado.