Es normal que el flujo de las conversaciones hoy en día se vea constantemente interrumpido porque la gente está más pendiente de sus celulares que de la plática.
Dos expertos en respuestas emocionales a la tecnología de la Universidad de Oxford dijeron en el 2012 que esta conducta “puede distraer la atención necesaria para mantener conversaciones íntimas”.
Dos especialistas en psicología y desarrollo cognitivo de la Universidad de Hokkaido, en Japón fueron más allá en otra investigación cuatro años después. “La mera presencia de un teléfono inteligente afecta al rendimiento cognitivo” de las personas con la que comparte entorno, señalaron.
Las personas que tienen un menor nivel de apego a estos dispositivos son las que se distraen más si un celular está presente cuando han de prestar atención y resolver búsquedas o ejercicios en una pantalla de computadora.