Los embarazos en niñas y adolescentes hablan de soledad, abandono y desnutrición de afecto familiar, no sólo de problemas antes, durante y después del parto, dijo Jorge Hernández Sánchez, vicepresidente del Colegio de Médicos Generales en el Estado de Guanajuato. 

“El problema de los embarazos en las niñas nos habla de una serie de enfermedades sociales, porque el origen es la desnutrición del núcleo familiar, en donde el niño queda en soledad y resulta captura fácil para ser víctima”, alertó. 

El médico señaló que este tipo de problemas debe considerarse dentro del maltrato infantil y que una forma de violencia infantil es la alienación parental (desorden que tiene lugar dentro del contexto de las disputas legales sobre custodia paternal en casos de separación o divorcio). 

“El núcleo familiar está debastado. Con el problema de la modernidad, lo que se privilegia es la comodidad por encima de cualquier cosa y muchas veces se disfraza de amor, cuando verdaderamente es un capricho”, comentó. 

Hernández Sánchez agregó que la sociedad no se ha querido dar cuenta de la magnitud de este problema y de la destrucción que conlleva. 

“Ojalá tengamos la lucidez suficiente para entender que entre más rápido lo abordemos, más rápido podemos hacer planteamientos y buscar soluciones a este problema que está afectando a muchos seres humanos”, conscientizó. 

 

Inmadurez física  

El doctor explicó que cuando una niña se embaraza, no da oportunidad a que se desarrolle su sistema óseo y aparato urogenital, tiene sus primeras menstruaciones y presenta inmadurez en todo su organismo. 

“Son problemas muy serios, los huesos todavía no están completamente solidificados y la pelvis será el soporte para el desarrollo del feto. Todos los procesos hormonales que se derivan van a acelerar el desarrollo de manera emergente; es decir, procesos que llevan años, se harán en meses”, señaló. 

Por eso, esta etapa se conoce como adolescencia, palabra que viene de “adolescere”, es decir, “faltarle algo para llegar a la etapa de madurez que se requiere para poder tener las condiciones necesarias y enfrentar ese tipo de cambios metabólicos, fisiológicos, mentales, de conciencia de sí misma, conciencia social y de familia”. 

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