Numerosos automovilistas hicieron fila el sábado para comprar combustible en la primera gasolinera privada en México perteneciente a una firma extranjera.
Hasta el año pasado, las gasolineras en el País funcionaban con la marca de Petróleos Mexicanos, la petrolera estatal. Ahora Pemex afronta la competencia de BP, cuya primera gasolinera mexicana fue inaugurada el jueves en Ciudad Satélica, Estado de México.
Los automovilistas fueron atraídos por lo que BP describe como su “tecnología activa”, al parecer un aditivo para la gasolina.
Debido a que la inversión para construir gasolineras es alta, e incluso existen temas de regulación pendientes, por el momento la empresa se concentrará en adaptar su marca en estaciones de Pemex ya existentes.
“En México lleva mucho más tiempo que en otros países (la construcción de estaciones). Yo aquí no me atrevería a decir realmente qué promedio lleva. Depende mucho de la legislación local, federal, en muchos casos hay muchas exigencias legales, que algunas llevan más y otras menos”, comentó Álvaro Granada, director general de Downstream de BP México, tras la apertura de su primera estación.
La apertura de las gasolineras al sector privado forma parte de la reforma al sector de los combustibles aprobada en 2014. Dos compañías privadas mexicanas abrieron en junio tres gasolineras con su propia marca.
La industria petrolera de México fue nacionalizada en 1938. Las recientes reformas buscan atraer inversiones privadas para impulsar la extracción de hidrocarburos en el País, que ha estado disminuyendo.