Para Monxerrat Gartces, cerrar los ojos es una de las formas de apreciar mejor la vida.
Y es que fue una venda en los ojos lo que le ayudó a comprender el mundo de los invidentes y ayudarlos a que, con el barro y el arte bonsái, pudieran aprender a independizarse y que pueden hacer todo lo que se propongan.
Monxerrat nació en la Ciudad de México, pero desde 1988 radica en Irapuato, donde se convirtió en un artista autodidacta que se dedica a las artesanías y la pintura, disciplinas que incluso le han permitido rehabilitarse.
Convierten el arte en apoyo y terapia
Trabajar con personas invidentes el arte bonsái y del barro le ha permitido a Monxerrat Gartces apreciar más la vida y a ser más independiente