La exhumación de cuerpos de la fosa clandestina del panteón de Jojutla se retrasó porque apareció al menos medio centenar de restos presuntamente de otros cuerpos.

“Primero salió una botella con datos y nada de cuerpo, estaba sola. Y luego más abajo salió un cráneo, luego unos fémures y pedazos de pie, pero muy esporádicamente iban saliendo”, afirmó Roberta Dalila Rodríguez, quien desde 2011 busca a su hijo Leonardo Daniel.

En nueve horas, Rodríguez calculó que la excavadora avanzó apenas metro y medio, haciendo pausas para que se pudieran recoger los huesos.

Sin llegar todavía hasta donde las autoridades de Morelos han reconocido que enterraron unos 35 o 36 cuerpos sin identificar, se tiene la hipótesis según la evidencia, que fueron cubiertos con material de otra fosa.

A pesar del poco avance, Dalia Rodríguez, fue optimista.

“Se está logrando que las autoridades vayan sacando los cuerpos de donde los sepultaron al estilo de la delincuencia organizada”, indicó.

Antes de las 15:00 horas, el titular de la Fiscalía de Morelos, Juan Pérez Durón, informó que la recolección de las piezas imprevistas retrasó los trabajos.

“Los peritos tienen que determinar estos fragmentos a qué corresponden, si son de personas o si son de alguna otra especie”, aclaró.

El lugar fue resguardado por Policía Federal, Mando Único de Morelos y el Ejército.

Frecuentemente un hombre gritaba la hora y el tipo de pieza encontrada: “14:28. Falange”, mientras por las calles una camioneta anunciaba la detención de cuatro secuestradores por esta misma colonia.

Al final, la máquina dejó de excavar antes de las 18:00, cuando aún extraían huesos.

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