Los líderes de la Cámara de Representantes pospusieron ayer una votación sobre su plan para reformar el sistema de salud de la nación, poniendo en duda si el presidente Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, pueden entregar una de las promesas centrales del GOP a los votantes que los pusieron en el poder.
Los legisladores y funcionarios de la Casa Blanca continuaron expresando su confianza en que las revisiones de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio pasarán al final de la semana, y las conversaciones se reanudaron poco después de que los líderes anunciaran el aplazamiento.
Conforme avanzaba la noche, los miembros conservadores del Caucus de la Cámara de Representantes se presentaron a la oficina de Paul Ryan, a la del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Preibus, y al estratega en jefe de Trump, Steve Bannon.
Los legisladores también dijeron que esperaban comenzar el debate ayer por la noche, y una portavoz de la Casa Blanca predijo un voto hoy por la mañana.
El frenesí de actividad dejó al descubierto la realidad de que el plan de Trump y Ryan para votar hoy se había desentrañado en el transcurso del día, después de que los miembros del Caucus de Libertad rechazaron la oferta de Trump de despojar un conjunto clave de mandatos de la actual ley de salud .
Mientras tanto, un nuevo análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso, publicado ayer por la noche, mostró que los cambios que los líderes de la Cámara hicieron al proyecto de ley el lunes no alteran la proyección de que 24 millones de estadounidenses estarían sin seguro para el año 2026.
Además, el proyecto actualizado reduciría el déficit en 150 mil millones de dólares en 10 años, casi 200 mil millones menos que la versión anterior.
Los cambios incluyen un par de reformas al programa de Medicaid y la dirección que usa 85 mil millones para ayudar a ciudadanos de 50 a 64 años a obtener cobertura.
En declaraciones a los periodistas ayer por la tarde, el presidente del Comité de Libertad, Mark Meadows, dijo que los líderes de la Cámara todavía buscan otros 30 a 40 votos para aprobar la ley.
“Estoy desesperadamente tratando de llegar a sí”, dijo Meadows. “Creo que debemos asegurarnos de que disminuye los costos de atención médica”.
Los líderes de la Cámara confirmaron que todavía carecían de suficiente apoyo. Pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca enmarcó el retraso como “para propósitos de programación, así que nadie tiene que levantarse a las tres de la mañana para votar”.
“Estamos seguros de que el proyecto de ley pasará mañana por la mañana”, dijo.
En tanto, Trump dedicó gran parte de su día a los miembros de cabildeo personal, incluyó la oferta de eliminar de la propuesta “beneficios esenciales”, como tratamiento de salud mental, visitas de bienestar, y la maternidad y el cuidado del recién nacido.
Los legisladores que apoyan esa propuesta dicen que reduciría los costos de primas para los estadounidenses.
Pero los miembros del Caucus de la Libertad han pedido eliminar más. Los únicos mandatos existentes que están abiertos a preservar, son aquellos que impiden a los aseguradores negar la cobertura basada en condiciones preexistentes y permitir que los niños permanezcan en los planes de sus padres hasta los 26 años.
Al menos 80% del grupo votó ayer en rechazo a la última oferta del liderazgo republicano y de la Casa Blanca.
El presidente Trump continuó trabajando en los legisladores todo el día. Mientras Ryan y el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, republicano de California, se acurrucaron con una media docena de conservadores en la oficina del orador, para conquistarlos.
Desde la tarde de ayer, 37 republicanos de la Cámara, principalmente conservadores, habían anunciado su oposición al proyecto de ley conocido como la Ley Americana de Cuidado de la Salud.
…Y él pone ultimátum
Tras ser humillado en público por quienes amenazan con derribar su reforma de salud, el presidente de EU no pudo contenerse y ordenó realizar hoy su votación en la Cámara de Representantes, amenazando con dejar el obamacare, si no apoyaban su proyecto alternativo.
Los radicales no contestaron al ultimátum: la aceptación llevaría al fracaso de la norma al pasar por el Senado.
La votación estaba prevista para anoche. Pero fue aplazada por el rechazo de una treintena de ultraconservadores. Su negativa, que impide la mayoría republicana, fue revelada tras una tensa reunión con Trump.
El presidente Trump no ha logrado vencer las resistencias de los congresistas.
Si no lo consigue a más tardar el lunes, el que se considera gran negociador, habrá fracasado en uno de sus principales proyectos, y todo en menos de tres meses en la Presidencia. (El País)