Los dientes pueden oscurecerse progresivamente por diversas causas, que van desde el paso del tiempo al consumo de determinados alimentos, pasando por el efecto del tabaco y, sí, también por el hecho de que no nos los estamos lavando tan bien como pensamos.
Descubre qué factores influyen en este problema y recupera tu brillante sonrisa:
Cumplir años
Con la edad, los dientes se van oscureciendo: la capa externa se erosiona, revelando el tono marrón que todos llevamos dentro. El odontólogo Iván Malagón lo explica así: “Con el paso del tiempo, el esmalte dental (la capa más superficial del diente y, originalmente, de un blanco traslúcido) se desgasta y va dejando ver la dentina (la parte interna), que tiene un color amarillento”.
Lo que comes
No son pocos los alimentos que nos fuerzan a taparnos la boca cuando sonreímos. Un estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia) situaba el consumo de más de dos frutas cítricas al día como factor de riesgo para que el esmalte empiece a perder grosor.
Otro estudio de la Universidad de Sichuan (China), relacionaba el consumo de refrescos con la erosión dental: “Hay comidas y bebidas que tiñen nuestros dientes, como el café, el té, el vino, y aderezos como el ketchup o el vinagre de Módena”, advierte Iván Malagón.
Fumar tabaco
Untarse de dentífrico siendo fumador empedernido es como ir al gimnasio y atiborrarse de bollos: incongruente.
Para el odontólogo Iván Malagón, los cigarrillos son nefastos: “Además de los problemas de salud que provoca en nuestra boca y en el resto del organismo, mancha nuestros dientes con un tono amarillo a causa de dos componentes: nicotina y alquitrán”.
Algunos medicamentos
“Determinados fármacos que contienen tetraciclina se incorporan a la estructura mineral del diente y alteran su color natural dándole un tono amarillento, amarronado o grisáceo”, indica Iván Malagón. La tetraciclina es principio activo de algunos antibióticos. La doxiciclina, antibiótico de uso infantil, también se ha incluido en ocasiones en esta lista negra.
Higiene deficiente
También puede ocurrir que uses mal el cepillo de dientes. Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, una limpieza eficiente implica asegurarte de que recorres todas las superficies de los dientes, incluida las caras interna y superior, en un proceso de no debe durar menos de dos minutos. Siempre después de cada comida y antes de meternos en la cama.