Elementos del Ejército y de la Policía de Guerrero desarmaron ayer a la corporación municipal de Zihuatanejo y detuvieron a 45 elementos, la mayoría por presuntos vínculos con el crimen organizado.

De acuerdo con el Vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, 30 de los detenidos están relacionados con grupos criminales de la región y los otros 15 reprobaron los exámenes de control y confianza.

La acción para identificar a los agentes infiltrados con la delincuencia inició desde hace unos días, pero fue hasta ayer que se montó un operativo con soldados del 57 Batallón de Infantería y policías estatales, quienes retuvieron a 200 policías en su propio cuartel y les quitaron las armas.

En la indagatoria contra la corporación municipal, se detectó que al menos 30 de ellos no estaban dados de alta, pero si contaban con uniforme, botas, chaleco antibalas, arma de cargo y placa.

De este grupo de 30, tres eran los que ordenaban en que lugares se deberían de realizar los operativos en el municipio.

Álvarez indicó que en el caso de los otros 15 detenidos, si estaban dados de alta en la corporación, pero en sus expedientes se descubrió que habían reprobado los exámenes de control de confianza que dicta el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El vocero explicó que es evidente que en la corporación policiaca había la filtración y usurpación de funciones de personas relacionadas con la delincuencia organizada.

Indicó que hace varios días el Alcalde del municipio José Azueta (Zihuatanejo), Gustavo García Bello, tuvo una conversación con el Gobernador Héctor Astudillo, a quien le mostró su preocupación por lo que ocurría en su Policía municipal, donde dijo, no existía un control de mando.

“A raíz de la preocupación que expresó el Alcalde al Gobernador se acordó que la Secretaría de la Defensa Nacional, la Policía Estatal y la Policía Ministerial realizaran este operativo sorpresa en el cuartel municipal”, afirmó.

Los elementos permanecieron retenidos por unas horas en su propio cuartel, y por la tarde, unos fueron trasladados en helicóptero a la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada (SEIDO) en la Ciudad de México y a otros al penal de Acapulco.

Durante la retención de los agentes, algunos de sus familiares acudieron al cuartel para realizar una protesta y exigir una explicación sobre el motivo de su detención.

“Nos tienen secuestrados aquí desde las ocho de la mañana. Ahí están todas las patrullas del Ejército, de la Policía sin que haya algún fundamento”, lanzó un policía municipal en un video que subió a redes sociales.

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