Elementos del Ejercito Mexicano lograron asegurar la mañana del martes una toma clandestina en las inmediaciones de la comunidad de Villa de Cárdenas en Irapuato, después de una persecución contra huachicoleros que se encontraban en ese momento llenando contenedores abordo de al menos tres camionetas, dos de ellas lograron esconderlas entre los domicilios con el hidrocarburo robado y una más fue asegurada.

Lo anterior lo dio a conocer un elemento del Ejercito Mexicano, quien señaló no haber ingresado a los hogares donde se refugiaron estas personas, para evitar alguna confrontación con los habitantes y evitar que suceda lo que ocurrió en el estado de Puebla, aunque aseguro que ya se tienen plenamente identificados los domicilios donde escondieron las camionetas.

Esta toma clandestina se encuentra ubicada en un predio abierto aproximadamente a 150 metros del Jardín de Niños “14 de Abril”, por donde al menos un grupo numeroso de huachicoleros, huyeron al notar la presencia del ejercito.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 8 de la mañana, cuando dos camionetas del Ejército realizaban rondines de vigilancia por la comunidad, cuando a distancia pudieron observar al menos tres camionetas en el predio, a vista de todos y extrayendo hidrocarburo de una toma clandestina.

Por lo que al notar la presencia del Ejército, varias personas huyeron a bordo de dos camionetas con al menos 4 contenedores de mil litros cada uno llenos de combustible y se escondieron en dos viviendas, mientras que una camioneta más, se quedó en el lugar abandonada.

Las demás personas corrieron entre los sembradíos arrastrando la manguera con la que llenaban los contenedores; sin embargo al ser un peso extra, decidieron dejarla y huir sin ser detenidos.

Durante la persecución, algunos habitantes de la comunidad, platicaron que los elementos del Ejercito Mexicano no tuvieron precaución al perseguir a los delincuentes por las calles de la comunidad, ya que a punto estuvieron de ocasionar un incidente con un grupo de niños que tuvieron que arrojarse entre la tierra para evitar ser arrollados por la camioneta del ejercito, que circulaba a exceso de velocidad por las calles de terracería.

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