Javier Torrente no fue jugador profesional de futbol, pero sí aprendiz de uno de los entrenadores más grandes de todos los tiempos: Marcelo Bielsa.

El ahora entrenador del León fue preparador físico y auxiliar técnico de “El Loco” por una década, antes de empezar a dirigir equipos por su cuenta en 2007.

Entre argentinos lograron “firmar” varios éxitos como sacar a flote la carrera de Rafael Márquez, Jared Borguetti y Pável Pardo con Atlas, hacer campeón a Vélez Sársfield o lograr la mejor eliminatoria mundialista de Argentina previo al Mundial de 2002.

Pero, ¿quién es el maestro que le enseñó a Torrente?

En una entrevista con la revista Extra Time, de la Gazzetta dello Sport de Italia, Bielsa nuevamente mostró porque se ganó a pulso el mote de “Loco”, y sin embargo, le ha dado un sabor inmediato a la próxima temporada de la Ligue 1 de Francia, donde dirigirá al Lille.

En la entrevista, Marcelo reveló cuál será el método para conformar a su plantilla y resultó ser algo poco ortodoxo: un cuestionario de 200 preguntas.

“Diseñé un cuestionario para comprender al jugador. Por ejemplo, pregunto qué hacen de su tiempo libre o cuáles son sus libros o películas preferidas”.

Contó, incluso, que otras preguntas serían “Qué piensas de la pobreza mundial”, y recomendó a todos sus jugadores las obras de “El Padrino” y “El Ciudadano Ilustre”.
Eso no es todo.

“Tengo previsto colgar más de 200 frases en el lugar de entrenamiento. La idea me vino al leer un libro de un sacerdote chileno, él tiene el don de sintetizar las situaciones en una frase. Cada una tendrá su equivalente en el futbol”

Bielsa, que en 2014 volvió a reencontrarse con Torrente cuando dirigieron a Marsella – donde jugaba André-Pierre Gignac -, explicó que su mote de “Loco” se lo dieron, por estar obsesionado con el futbol.

“En 30 años he visto más de 50 mil partidos. Los esquemas básicos son 10, no más. Serían 4-3-3, 4-2-1-3, 4-3-1-2, 4-2-4, 4-2-2-2, 3-3-1-3, 3-4-3, 3-4-1-2, 3-3-2-2 y 3-3-4, el último muy inusual”.

“(Mi ejemplo a seguir es Louis van Gaal) Estudié más de 250 partidos de sus equipos. Al llegar al 170, ya me di cuenta que adivinaba los cambios que iba a hacer, comprendí que había asimilado su pensamiento”.

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