Una “explosión” de color y diversión se vivió ayer durante la carrera atlética Happy Colors a beneficio de la Asociación Leonesa para la Distrofia Muscular (ALDIM).
Un grupo de estudiantes del Tecnológico de Monterrey campus León inició con este proyecto deportivo el cual tiene como objetivo principal reunir fondos para donarlos a alguna asociación civil.
“Happy Colors nació hace tres años para ayudar a las asociaciones leonesas; para contribuir con ellas con fondos o capital ‘semilla’ para programas nuevos”, dijo Frida Martínez, presidenta del comité organizador.
“Al mismo tiempo buscamos animar y concientizar a las personas sobre la causa de cada una de las asociaciones que apoyamos”, agregó.
Esta edición superó la participación de atletas, con 500 más que las dos ediciones anteriores. Niños, jóvenes, adultos y hasta mascotas se sumaron al evento benéfico.
“Los primeros años la carrera destinó sus recursos a la fundación Cáncer Vida y Esperanza (Canvies) para su centro de terapia “holo integrativa”. En esta ocasión serán para ALDIM que usará los recursos en el equipamiento de un nuevo módulo de rehabilitación”, dijo la ex alumna del Tec.
ALDIM es una asociación que atiende de diferentes maneras a personas con distrofia muscular. Lo hace desde hace 25 años y recibe a pacientes de esta ciudad y sus alrededores.
“Todo lo que se recaude de la carrera de destinará a equipar el módulo de rehabilitación pulmonar. Es un área muy costosa, por lo que el recurso que ingrese será de gran utilidad para iniciar la compra del equipo para atender a nuestros más de 80 pacientes”, comentó Carmen López, presidenta de ALDIM.
La característica divertida de esta carrera es que a lo largo del recorrido los participantes son “animados” con polvos de distintos colores y sabores con lo que al llegar a la meta, cada participante representa un alegre lienzo humano.
En la meta, los papás de los pacientes de ALDIM agradecieron la participación de los corredores a quienes otorgaron una medalla por su esfuerzo.
También ahí los esperaba el cantante leonés Andrés Obregón quien ofreció un concierto en el que de nuevo aparecieron los coloridos polvos.