José Armando Vargas Molina, policía municipal asesinado la tarde del lunes en la comunidad San Miguel Octopan, de Celaya, fue atacado con armas de fuego larga y corta, siendo localizados un aproximado de 70 casquillos percutidos.
Hasta el momento no ha concluido la autopsia por parte del Servicio Médico Forense (Semefo), aunque a simple vista tenía impactos de bala en la cabeza, pecho, brazo izquierdo y estómago.
El oficial, a quien apodaban “Mandiyo”, de 24 años, tenía su domicilio en San Miguel Octopan, era policía raso e ingresó a la corporación el 30 de abril del año pasado. Así mismo sus familiares informaron que desconocían si tuviera problemas con alguien y no sabían de amenazas en su contra.
Fue el papá del fallecido, quien señaló que momentos antes de la agresión iba a casa de su mamá, cuando al circular por la calle Morelos en San Miguel Octopan, fue interceptado por una camioneta marca Chevrolet Silverado, tipo pick up, la cual se detuvo de frente y se bajó un hombre bien vestido.
Este enseguida sacó un arma larga y realizó una gran cantidad de detonaciones en contra del oficial, que en ese momento estaba de descanso, para luego de terminarse el cargador, sacar un arma de fuego corta y realizó más detonaciones.
Alrededor del vehículo se localizaron un aproximado de 70 casquillos percutidos calibre 7.62 pertenecientes a un arma larga AK-47 o “Cuerno de Chivo” y 9 mm.
Trabajó sólo un año
El elemento de la Policía Municipal que fue asesinado la tarde del lunes en San Miguel Octopan llevaba trabajando un año en la corporación.
El secretario de Seguridad Ciudadana de Celaya, César Vázquez Rivera, dio a conocer que el ingreso del policía fallecido fue en abril del año pasado.
Por otro lado, manifestó que desconoce si hay elementos de la corporación que estén involucrados con el crimen.
“Se está investigando, y eso le corresponde a la Procuraduría. El elemento tenáa poco de haber ingresado, tenía aproximadamente un año”.