Esta mañana, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, admitieron fricciones en temas como el comercio, el medio ambiente y la relación con Rusia. Y en un tono de ensayada gravedad, advirtieron de las consecuencias de no lograr una mayor unidad al término de la cumbre: “La situación en el mundo se nos puede ir de las manos”.
La conferencia de prensa de ambos presidentes europeos ha fijado desde el principio una posición y un tono inusualmente contundentes y decididos de la UE, que busca recuperar algo de las personalidad política perdida últimamente.
“Este es el G7 que presenta más desafíos en los últimos años. No es ningún secreto que los líderes que se verán hoy tienen diferentes posturas en asuntos como el cambio climático y el comercio. Pero haremos todo para mantener la unidad en todos los frentes, especialmente en las reglas para mantener el orden global”, señaló Tusk, citando el conflicto en Siria y el desafío nuclear de Corea del Norte.
Uno de los retos que plantean las discusiones de la cumbre, señaló el presidente del Consejo Europeo, es la línea política que se mantenga respecto a la situación de Ucrania.
Rusia y su papel en el conflicto sirio son otro de los puntos fuertes de las discusiones que se mantendrán en materia de seguridad estos días.
Tusk, especialmente duro con el tema, aseguró que tanto el Gobierno de Vladimir Putin como el iraní tienen especial responsabilidad al haberse involucrado en la crisis y cooperar con el régimen del Presidente sirio, Bashar al-Assad.
“En lugar de perder el tiempo, deberían usar su influencia para alcanzar un alto al fuego, terminar con el uso de las armas químicas y permitir la asistencia médica”, aseveró Tusk.
En cuestiones como el cambio climático y el comercio, como ya avanzó el asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, se esperan discusiones intensas.
“Creemos en el el medio ambiente. Pero también en el crecimiento económico, en recuperar la manufactura de productos en Estados Unidos. Así que queremos buscar un equilibrio”, señaló durante el vuelo del Air Force One a Sicilia.
La edición 47 del G7 genera hasta el momento una cierta sensación de tabla rasa. Debutan cuatro Mandatarios: el francés Emmanuel Macron, el italiano Paolo Gentiloni, la británica Theresa May y el estadounidense Donald Trump.
Las miradas se dirigirán a ellos, especialmente a May —que por primera vez representará en esta cumbre a un Reino Unido con un pie fuera de la Unión Europea, pero deberá marcharse antes debido al atentado de Mánchester— y a Trump, cuya voz y programa de Gobierno, basado en una política de unilateralismo, quedarán contrastados en un foro internacional basado en la búsqueda de acuerdos.