Lo que comenzó como un ingreso extra, se convirtió para Víctor Sañudo Sabido en un negocio a tiempo completo, en clases de regularización.
Este joven de 31 años es de formación Ingeniero Biomédico. Tras intentar ejercer su profesión en Guadalajara, decidió regresar a León para iniciar su negocio en la docencia.
Fue así que inició hace cinco años su negocio en regularización Sarasvati. “Desde los 17 años impartía en un grado académico por debajo del curso que estudiaba”.
Actualmente colabora con una plantilla de ocho profesores que están contratados de planta. Al día imparten 35 clases, en las que varía el número de alumnos que puede ir, de dos a 17 por clase.
El grueso de los alumnos lo conforman mujeres, ya que son las que se preparan con anticipación.
En un inicio, Víctor daba todas las clases, hasta conformar plantilla con la actualmente trabaja, la rotación de sus profesores es muy baja, ya que trata de generar un ambiente agradable.
Entre los planes próximos de este joven emprendedor está el abrir una segunda oportunidad, reconoce que hay muchos profesores, pero pocos establecimientos que ofrezcan este servicio.
“Todos tienen un interés por aprobar un examen, ya sea de ingreso, parcial, final”.
Dentro de las capacitaciones más complicadas, está el examen ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad de Guanajuato.
El pase aprobatorio en la gente que capacitan es alto, de los que estudiaron en el curso pasado se prepararon nueve y ocho de ellos ingresaron, sólo uno de ellos no aprobó en Guanajuato, pero sí en Guadalajara.
“No hay fórmula mágica; el que se prepara es el que ingresa”. Este empresario reconoce que tuvo suerte de saber desde muy joven que le gustaba la docencia.
Su técnica de trabajo es enseñar a los alumnos a pensar, escuchar y razonar las respuestas.

 

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