Cinco mamás en León apoyan a alrededor de 60 padres y madres de familia que trabajan y no tienen dónde dejar a sus hijos. Esto como parte de un programa llamado “Casas de Cuidado Diario Bajío”, que tiene sus orígenes en Chihuahua donde ya llevan cerca de 30 años.
Karen Sansón, coordinadora de operaciones, detalló que este proyecto consiste en que una mamá instala en su propia casa un centro de cuidado y ayuda a los padres trabajadores de la zona a cuidar a sus hijos.
Esto en dos modalidades: la primera, en un horario de 7 de la mañana a 7 de la noche a niños con edades de entre un año y medio a seis años; la segunda a niños de seis a nueve años, en un horario de nueve de la mañana a siete de la noche.
A las “mamás cuidadoras” se les paga una cuota semanal de 250 pesos por los más pequeños y 280 pesos por los más grandes.
Sobre sus orígenes Sansón relató que en Chihuahua, donde actualmente hay 120 casas, el proyecto nació por la necesidad de apoyar a los papás que trabajaban en maquilas principalmente.
Hace tres años llegan a León y actualmente tienen cinco casas abiertas: una en Jardines de San Juan, dos en Villas de San Juan, una en Santa Julia y una más en Ciudad Satélite.
Dijo que este año esperan abrir 11 en total; actualmente ya estudian una en Las Joyas y otra en Las Trojes. Además a largo plazo pretenden replicar este proyecto en otros municipios de Guanajuato.
Viridiana Bermúdez, coordinadora de apertura de “Casas de Cuidado Diario Bajío”, explicó que si alguien está interesada en abrir una, los principales requisitos son: ser mamá, tener casa propia para poder sacar todos los permisos que se requieren por parte de Desarrollo Urbano, Protección Civil y Bomberos, entre otros; y tener entre 25 y 45 años de edad.
Se les hacen varias pruebas, entre ellas un estudio socioeconómico y evaluaciones psicológicas para determinar si son aptas o no.
Ambas directivas explicaron que al principio requieren un poco de apoyo por parte de las mamás para que comience a operar la casa, después con las mismas cuotas que van recibiendo se convierte en un proyecto autosustentable.
Con la cuota las mamás cuidadoras compran comida para toda la semana y además les queda un poco de dinero para pagarle a una auxiliar y para otros gastos.
Por los permisos y mobiliario, como mesas pequeñas, sillas, pizarrones y material didáctico, la asociación gasta alrededor de 40 mil pesos por casa y cabe mencionar que de la cuota que reciben las mamás cuidadoras no regresa nada a la organización.
Destacaron que estas casas operan con todas las medidas de seguridad necesarias ya que Bomberos, además de capacitar a las madres de familia en aspectos como qué hacer en caso de incendio o desaparición de un niño, coloca señalética y extintores en los espacios de cuidado.
Además de manera bimestral se obliga a realizar simulacros, aunque las mamás cuidadoras pueden hacerlos más seguido.
La Dirección de Protección Civil y otras dependencias como Desarrollo Urbano realizan visitas a las casas para cerciorarse que no haya algún riesgo en las instalaciones y recomendar qué modificaciones se deben hacer.
Los papás que aquí encargan a sus hijos pagan un seguro mensual de 228 pesos que respalda a sus hijos en caso de cualquier accidente que pudiera sufrir en el periodo que esté con la mamá cuidadora.
Actualmente el límite por casa es de 12 niños y se requiere un espacio mínimo de metro y medio por menor; si después se van evaluando las condiciones del lugar, se puede ampliar el número de niños en caso de ser posible.
Brindan formación integral
Durante el tiempo que pasan los niños en las “Casas de Cuidado Diario”, los más pequeños llevan a cabo actividades que les dejan enseñanzas sobre cómo cuidar el medio ambiente, valores y respetar a los demás.
Los que están en el rango de edad de 6 a 9 años, incluso llevan actividades de regularización o apoyo en labores escolares.
Aunado a esto, se les alimenta bajo un régimen establecido por una nutrióloga y se les inculcan buenos hábitos como lavarse los dientes después de comer.
Karen Sansón dijo en entrevista que la asociación se mantiene de recursos aportados por empresarios o del Gobierno que obtienen a través de convocatorias o solicitudes de apoyo, y también de recursos obtenidos a través de eventos de beneficiencia.
También resaltó que hay unas mujeres dentro de la A.C. que son guías de desarrollo y acuden semanalmente a las casas para corroborar que todo se esté llevando a cabo correctamente, como lo establecen reglas y manuales que vienen desde el programa de Chihuahua.
También hay una escuela para padres de manera mensual, en la que la mamá cuidadora enseña a los papás temas de crianza y desarrollo, entre otros.
Indicó que buscan establecerse en diversas zonas, principalmente dentro o cerca de los polígonos de pobreza, donde hay muchas mamás trabajadoras.
“Nos gustaría que más personas se interesaran en el proyecto, impacta en la vida de muchas personas tanto de las madres cuidadoras que van recibiendo capacitación y van teniendo un ingreso extra y pueden estar cuidando a su familia, y por otra parte pues de las mamás y papás trabajadores”, expresó.
Areli Barerra Zambrano
Aseguran vivir gratas experiencias
Dos mamás cuidadoras entrevistadas por am manifestaron estar sumamente contentas de formar parte de este proyecto, pues dijeron que les deja muchas satisfacciones y se ven muy beneficiadas pues no descuidan ni su casa ni a su familia.
Además de la comida que hacen para todos los niños, también les queda para sus familiares y como son alimentos balanceados pues hasta los suyos llevan una vida más saludable.
Y aseguraron que es muy bonito cuidar de estos pequeños que muchas veces también las ven como una figura materna.
“Me platicaron del proyecto y para mí fue una puerta muy grande la que se me abrió porque me realizo como mujer porque para mí siempre fue un sueño tener un negocio propio, un negocio donde tuviera una entrada económica y ayudar a mi esposo con los gastos de la casa”, manifestó María Milagros Andrade Sánchez, de 33 años y mamá cuidadora.
“Más que un trabajo es una labor muy bonita cuidar a niños de madres trabajadoras pero en la casa de uno. Creo que les he inspirado mucha confianza porque ya próximamente cumpliré el primer aniversario el 5 de septiembre”.
“Me siento muy a gusto porque el proyecto es muy humano, los niños se cuidan como si fuera su segundo hogar, no como si fueran alumnos o de guardería; les damos atención, sus alimentos calientitos”, presumió.
“A los de kínder los llevamos, los traemos, acudimos a las reuniones con los maestros cuando las mamás no pueden ir, uno va como su tutora y es muy satisfactorio trabajar con ellos”, agregó.
Milagros actualmente tiene a su cuidado 14 niños de entre año y medio hasta seis años, en la colonia Jardines de San Juan.
Otra mamá cuidadora pero en Villas de San Juan, María del Rayo Escalante Hernández, de 37 años, cuida a ocho niños de seis a nueve años, entre ellos a uno de sus hijos.
También manifestó estar muy contenta siendo parte de esto.
“Me ha gustado mucho, vivimos muchas experiencias con los niños, a mis hijos les gusta convivir con ellos, ya se acostumbraron y vas aprendiendo sobre la marcha cómo trabajar, además de que tenemos capacitaciones”, narró.
“El trato con los niños es muy bonito, llegamos a la escuela y les da mucho gusto vernos, es una experiencia muy bonita. Casas de Cuidado Diario es una experiencia de vida porque se aprende mutuamente, todos aportamos algo”, opinó.