Apenas la semana pasada hablaba de la necesidad de volvernos a enamorar de la democracia. Hablaba de que el mayor acto de rebeldía social en nuestra democracia es votar, pues el abstencionismo e incluso la nulidad de los votos es algo totalmente calculado por los partidos políticos y entonces lejos de perjudicarlos realmente los estamos beneficiando. Los partidos y sus candidatos saben que habrá un abstencionismo del orden del 40% del padrón electoral; calculan entre un 1.5 y un 3% de los votos nulos y en base a esto hacen sus cálculos ganadores. ¿Qué pasaría si bajamos el abstencionismo en lugar de un 40% a un 20% y si además fomentamos evitar la nulidad del voto? Estamos hablando que se podría conseguir un universo del 23% del padrón electoral ¿y saben qué? Por si sólo ese 23% sería suficiente para ganar una elección con los números que obtienen hoy en día los partidos políticos y sus candidatos.
Acabamos de tener elecciones en algunos estados de la República, pero me referiré a sólo a Coahuila y a EDOMEX donde en ambas ganó el PRI con una ventaja de 1.8 y 2.9 puntos porcentuales respectivamente. Eso tiene varias consecuencias desagradables y que bien nos podríamos evitar. La primera tiene que ver con judicializar la elección, es decir, se presentarán denuncias y recursos sobre irregularidades en la elección (estoy cierto que las elecciones sacan lo peor de los partidos políticos, y si además pensamos en que los Partidos junto con los Legisladores son las Instituciones y servidores públicos peor evaluados por la sociedad, entonces tenemos que estamos presenciando las peores actuaciones de lo peor de la sociedad, lo cual no es precisamente un buen escenario). La decisión sobre el triunfo de tal o cual candidato se tomará en los tribunales y no en las urnas, lo cual ya de suyo es contrario al espíritu de una democracia fuerte y sana. No entiendo por qué no han aprobado de una vez por todas la segunda vuelta en las elecciones. Eso fortalecería la elección y le daría un poco de credibilidad y legitimidad al candidato ganador. Otra calamidad de nuestra democracia es que puedan ganar candidatos tan objetados y representando a Gobiernos sumamente cuestionados. La realidad es que gana quien más dinero tiene para poder convertirlo en despensas, tinacos, pisos, tarjetas de beneficios. Lo increíble es que sea con dinero mal habido que esos señores regalen a diestra y siniestra. Personalmente me preocupa que descaradamente las Gubernaturas y principalmente la de EDOMEX se vean como un botín. Es increíble la ferocidad con la que se pelearon el Estado de México y lamentable los miles de millones de pesos que se gastaron los partidos para competir y ganar dicho estado, pero el problema es que pareciera que lo que importa ahí no es la gente, que son mas de 18 millones, no, lo que importa es que son más de 11 millones de votos que abonan a las elecciones para Presidente. Lo preocupante es que les interesa EDOMEX pues se tiene el control sobre el presupuesto más grande en toda la república, lo cual los hace ver como sucios pillos a la caza de un botín. Me asquean los políticos corruptos y ególatras, los políticos insensibles. No comprendo cómo pudo ganar Alfredo del Mazo pero igualmente no podría comprender que hubiera ganado Delfina o ningún otro de los candidatos de los partidos políticos. Todos ellos igualmente objetados y sucios. Todos cometieron las mismas cochinadas en campaña y todos me parecen igualmente indignos de un cargo que no es botín sino una posibilidad de servir a la gente.
Pero además de esto vale la pena detenernos en un dato que nos puede ilustrar sobre lo que pasó. Comentamos que Alfredo del Mazo ganó con un 33% de la preferencia del electorado, es decir, que 7 de cada 10 no votaron por él. Pero existe otro dato importantísimo: El abstencionismo en EDOMEX fue el campeón pues sólo votaron el 54% del padrón electoral. Si a esto le sumamos que hubo un 3% de votos nulos, la realidad es que sólo 1.5 de cada 10 personas que podían votar en el Estado de México, lo hicieron por Alfredo del Mazo. ¿Eso es legitimidad para gobernar?, ¿para eso desviaron y gastaron miles –MILES- de millones de pesos en las candidaturas tanto de él, como de los demás partidos?. Me parece desvergonzado pensar que será un Gobernador legitimo (lo mismo con cualquier otro candidato que hubiera llegado) cuando sólo 1.5 de cada 10 votaron por él. ¿Ya ven por qué digo que el mayor acto de rebeldía social en la democracia es votar? El voto de los jóvenes y evitar la nulidad del voto hubieran sido suficientes para hacer ganar a un candidato ciudadano emanado de la sociedad.
Por otra parte el próximo 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre. La Organización Mundial de la Salud dice que para asegurar el abasto de sangre de un país se requiere que al menos el 50% de las donaciones sean altruistas. En Europa las donaciones voluntarias no remuneradas son del orden del 90% y en México sólo el 3 %. Las demás son por recuperación. La realidad es que en caso de una contingencia en nuestro país se moriría mucha más gente por falta de sangre que por la propia contingencia. Personalmente es un tema que me importa mucho y aprovecho para comentar que establecimos una Fundación que promueve la cultura de la donación altruista de sangre. Se llama DONADORES COMPULSIVOS GUANAJUATO, los invito a que se sumen a esta causa. Pueden dar seguimiento a lo que se hace en la página de Facebook con el mismo nombre.
La sangre no se puede fabricar por lo que en caso de necesitarse no importa la condición social o económica pues sólo se podrá obtener por la generosidad de otra persona. Bajo esa lógica si cambiamos la cultura de la donación de sangre en realidad estamos abonando a cambiar la cultura de la solidaridad y la generosidad en la gente y eso créanme es algo que como sociedad nos vendría muy bien.