Durante la final del campeonato de basquetbol en Grecia entre Olympiacos y Panathinaikos, algunos fanáticos del primer equipo causaron caos en el estadio del puerto del Pireo.
Panathinaikos aseguraba el campeonato de visitante, por lo que la afición del conjunto local no soportó el resultado y comenzó a encender y lanzar bengalas hacia la banca de suplentes del equipo rival.
El árbitro suspendió el encuentro al percatarse de la agresión, los jugadores visitantes se dirigieron rápidamente hacia los vestidores para evitar agresiones, donde tuvieron que festejar el campeonato.