Cuatro exclusivos de la Gran Manzana

¡Qué grandes particularidades tiene Manhattan! Las que no se repiten y son únicas, las que invitan a vivirlas como si fuera el último día de tu vida.
Quien llega a esta urbe suele enamorarse tanto de sus habitantes y tiendas como de su arquitectura, comida y de toda la variedad que la urbe le ofrece a un mortal que se quiere dar algún gusto de rey.
Estos son cuatro de los lugares únicos en Nueva York, que no encontrarás en otro punto y que valen cada uno de los dólares y centavos que cuestan.
Arroz como en boutique…
Una de las máximas invitaciones para rendirle culto a la glotonería y a las calorías es Rice to Richest, un restaurante boutique ubicado en el número 37 de Spring Street, donde el clásico arroz con leche fue reinterpretado al adicionarle sabores que ni la abuelita más creativa se habría imaginado.
Esta delicia del barrio de Nolita es un éxito y atrae a turistas y habitantes por igual. El postre se sirve combinado, en una copa sencilla -que bien puede ser para dos-, o en botes para llevar.
Existen básicos como almendra y chocolate, pero el nombre de otras invenciones pueden sugerirte a qué saben: “Take Me to Tiramisu”, “Sex, Drugs and Rocky Road” y “Be My Banana Coconut”.
Las frases impresas en los distintos promocionales de toda la tienda, que destaca por sus colores naranjas, rojos y amarillos, son contundentes… “come ahora, piensa después” o “las dietas son para los que no se permiten comer con placer”.
Lo extraordinario es que antes de pagar por tu elección final, te dan una cucharita para que puedas probar y elegir de entre todas las opciones; justo ahí inicia la experiencia de saber por qué debes pagar de 12 a 45 dólares por lo que parecía un simple arroz con leche.
Para los que aman la fotografía
B&H Super Store es el paraíso para los fotógrafos, hay cámaras digitales, tarjetas de memoria profesionales, equipos de cómputo recién salido de fábrica, materiales para estudio, lentes intercambiables, videocámaras para cinematografía y hasta telescopios.
Quien viaja a esta ciudad y es aficionado a la fotografía o al video encuentra todo lo que busca, y si no lo tienen, lo consiguen a un precio competitivo.
La tienda está cerrada únicamente los sábados, ya que los dueños son judíos ortodoxos y la mayoría de ellos son quienes atienden el lugar. Además, tienen expertos en todas las áreas que te dan la información que buscas y si no, te mandan con quien realmente sabe.
Clientes de Arabia, Australia, Inglaterra y México, por mencionar algunos países, viajan exclusivamente para comprar equipo a este inmueble de tres pisos ubicado en el 420 de la 9 Avenida, esquina con la 34.
Ahí todo es una aventura, desde que obtienes el recibo en el mostrador donde te atendieron y hasta que llegas a alguna de las 40 cajas que hay para pagar. Mínimo debes comprar una tarjeta para tu cámara, si no por necesidad, como souvenir.
La pequeña Italia en la Gran Manzana
Eataly es el más grande y nutrido centro de comida artesanal italiana capitaneado por Oscar Farinetti y donde las islas de comida son un mosaico de variedad.
Traído de su concepto natal, gestado en Turín, este es el primero en el continente e invita a despertar al apetito con las pequeñas islas o mini-restaurantes donde puedes elegir lo que más te apetezca, como carne fresca, pasta hecha a mano, pan recién horneado, mariscos en su punto o toda una barra de quesos y lácteos que cortan la respiración.
En La Piazza la especialidad es el pescado con la receta de Dave Pasternack y donde los platillos están basados en la vieja cocina romana, mientras que en Le Verdure la variedad vegetariana y de pasta está a tu disposición en medio de la librería donde hay ejemplares para consultar y comprar sobre las gastronomía tradicional y moderna del “País de la Bota”.
Ubicado en el corazón de Madison Square Park, específicamente en el número 200 de la Quinta Avenida, tiene también La Pizza & Pasta y pisos arriba, Birreria, donde alternan platillos y ofrecen su propia cerveza. Lo recomendable es la comida o cena tempranera porque a las 11 de la noche cortan el servicio.
Al ritmo y humor de la noche
Ves la fachada del Electric Room y te preguntas ¿estoy en el lugar adecuado o es un sitio underground de mala muerte?
Como en Nueva York todo puede pasar, la gran cortina y amplia cochera que te lleva a la entrada del sitio ubicado en el 355 W de la 16, te engaña vilmente pues no tiene nada que ver con el interior.
Este sitio fue ideado por el gurú de los antros Nur Khan, quien ha echado a andar el Rose Bar y el Kenmare, que son otros lugares de moda en “La Gran Manzana”, así como el desaparecido Don Hill, y que en su momento fue el más concurrido por la crema y nata local.
Muebles de piel, mesas altas, variedad de bebidas y un estilo decorativo que su creador define como “Cool Britania” se antojan para el baile y charla luego de la cena de negocios, el día de shopping o tras el término de la función de Broadway que no pudiste resistir.
Sus DJ’s residentes siguen la moda del “mood day”, o “día de humor”, que según sus ánimos eligen la música e incluso, te ponen un pequeño letrero pegado a la tornamesa anticipándote si la música será “dramática, alegre, festiva, para el baile, para el relax o simplemente, para que la sientas poco a poco”.