Como cada día 28, fieles católicos visitan a San Judas Tadeo y piden por la paz en la ciudad.
Preocupados por la inseguridad, vestidos con el atuendo del santo, también piden por las causas imposibles y por favores recibidos.
“Hay que bendecir a Dios por que llueve, no nos quejemos”, dijo el sacerdote Ramón Martínez.