Moroleón, Uriangato y Yuriria están a la espera del resultado sobre el estudio de factibilidad para la construcción de un rastro regional.
En este mes la empresa encargada podría dar un veredicto.
Desde el año 2000, Moroleón y Yuriria no cuentan con rastro porque ya no había las condiciones, los gobiernos municipales se encargaron de cerrar y prometieron construir uno nuevo, pero no ha pasado nada.
Uriangato es la única ciudad de los tres que cuenta con rastro.
El IPLANEG contrató un estudio de 280 mil pesos para ver dónde es viable instalar un rastro que de servicio a los tablajeros de la región sur, para que sacrifiquen de manera más segura.
“Este estudio es para ver la viabilidad del municipio y el tipo de rastro que se edificaría, ya sea TIF, regional, metropolitano y cómo se comercializaría” dijo el director del IMPLAN, Daniel Raya.
La administración de Jesús Rosiles edificó una primera etapa de un rastro para Moroleón en la comunidad de Cuanamuco, pero quedó obra negra pues ninguna de las siguientes administraciones le dio continuidad.
“El estudio arrojó que la construcción que había hecho Rosiles no era viable” dijo Raya.
Otra de las opciones que están es el rastro de Uriangato; en caso de ser seleccionada tendría que ampliar sus áreas.
La idea es que donde se seleccione el lugar para la construcción del rastro, los tres municipios involucrados puedan aportar recursos, también en la mesa está la posibilidad de que se crea un consejo regional de tablajeros.