Markos López Torres, nacido en San Pedro de los Hernández, en León, fue ordenado sacerdote por el arzobispo Alfonso Cortés Contreras y ahora ejercerá su ministerio sacerdotal en Argelia, África.

Misionero de la Congregación de los Padres Blanco de África, en la festividad del Sagrado Corazón de Jesús fue consagrado.

Entró a la  Catedral de León acompañado de sus padres y de 15 sacerdotes de su congregación y diocesanos.

Al concluir la Liturgia de la Palabra fue presentado por el padre Superior de su Congregación, quien señaló que Markos era dignó de recibir la ordenación sacerdotal.

El Arzobispo le impuso las manos y dijo la oración consagratoria.

El padre Markos, de 35 años, ya ha estado en África prestando sus servicios como diácono, en Costa de Marfil.

“África me ha enseñado a disfrutar la vida experimentando la presencia y protección de Dios”, ha señalado en redes sociales.

En su portal de Facebook muestra una serie de fotografías tomadas en las comunidades donde lleva a cabo su misión pastoral.

Ahí también cuenta que su inquietud por ser sacerdote nació después de un retiro carismático en San Luis Potosí.

“En ese retiro tuve la experiencia más bella de reencuentro con el Señor”, dijo.

Esa primera experiencia la compartió con el ex vocero de la Arquidiócesis, el padre Jesús Ibarra, quien era vicario de la Parroquia de San Pedro de los Hernández.

“Él fue quien me animó a entrar al grupo vocacional del seminario de León en el 2004, cuando realicé el curso introductorio en Cristo Rey un año y luego continúe la etapa de filosofía”.

Y cuenta cómo se fue a África.

“Antes de entrar al seminario de León mi deseo era ser misionero, esa inquietud fue creciendo con el paso de los años concretizándose con un deseo de servir a Cristo en tierras africanas”.

Cuando estaba en el curso de Filosofía se puso en contacto con los Misioneros de África (Padres Blancos) con el objeto de pedirles ayuda.

“Fue así como al paso de dos años de acompañamiento y con la ayuda de mi director espiritual, el padre Fernando Mojica, tome la decisión de ingresar a una nueva y totalmente diferente etapa de mi formación, en cuanto a misionero”.

En 2008 Markos López ingresó con los Misioneros de África y fue destinado a Burkina Fasso, en África del Oeste, y ahí donde hizo un año de noviciado.

Luego fue enviado a la República Democrática del Congo, donde estuvo como misionero en una parroquia e hizo estudios de teología en Abobo, Abiyán, en Costa de Marfil.

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