El café y el vino dejaron de ser utilizadas solo como bebidas. Ahora forman parte de la pintura en una técnica que permite dar color con estos dos líquidos.

Juan Carlos Bernal Murguía, arquitecto paisajista de profesión, es especialista en representación arquitectónica, y a partir de las técnicas de la acuarela desarrolló nuevos elementos como el vino tinto y el café.

Esta idea, explicó, surge como una evolución. Carlos es catedrático en la Universidad de León, los talleres de dibujo utilizan de base las acuarelas. En una búsqueda de hacer las cosas más sencillas incorporó la técnica del café.

“Para los estudiantes es más sencillo porque solo se sintetiza un color, además del tema económico en comparación con las acuarelas por la policromía”.

Esta clase que imparte en la universidad la trasladó como taller dentro de la tercera Expo Manualidades.

Para los asistentes al taller no es necesario tener un conocimiento previo en pintura, ya que se les facilita un trazo dibujado y sobre éste aplican el color, dando un acabado sepia.

A los futuros artistas los va guiando paso a paso en las diferentes piezas del modelo. Inicialmente deben tener el trazo, un modelo para replicar y sobre la hoja solo se dan acabados de claros y obscuros.

Para Carlos éste es el primer curso fuera de la universidad que imparte. La idea surgió hace 17 años. “Cualquier persona con una guía definida se puede hacer un gran artista”.

Vino tinto

Usar la técnica de vino, compartió Juan Carlos, el costo es un poco más elevado, por la naturaleza del producto.

El vino tinto, dijo, tiene una base líquida que puede dar extensiones más amplias en el papel.

Para este taller estarán utilizando los restos que se presentaron en la cata de la tercera Expo Manualidades.

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