El empresario constructor Julián Malo aceptó tener parentesco con Alberto Montoya Torres, a quien entre errores el Ayuntamiento asignó la venta de un terrenos en el Ejido Rincón de Tamayo, en Celaya.

Pero en varias ocasiones negó que la venta para el particular, a quien reconoció como su consuegro, sea para un beneficio de él.

Desde un inicio, la venta generó polémica en el Ayuntamiento. Regidores de oposición acusaron que el proceso de venta se llevó a cabo en la opacidad, además de que estuvo lleno de irregularidades, pues no fue clara la forma de pago, además de que debió de haberse vendido por subasta y no de forma directa.

Uno fue asignado a la empresa Coprice, la cual ha estado envuelta en irregularidades, y el segundo a Montoya Torres.

“No sabía, ni idea. No tengo ni conocimiento de la noticia que me haces favor de comentar, ni mucho menos tengo interés en un terreno en Rincón de Tamayo”, señaló de inicio el priísta Julián Malo.

“Conozco a Alberto Montoya, pero no tengo ni idea de lo que me hablas, sí somos amigos nada más, pero no tiene nada que ver eso”, recalcó.

Durante la Comisión de Hacienda en el Ayuntamiento donde se aprobó la venta, Julián Malo Guevara fue señalado como beneficiario a través de Montoya Torres, de quien aceptó finalmente que sí es pariente.

“Me estoy enterando por lo que me comentas, no tengo interés de ningún tipo, la noticia no es mi asunto, ni tengo conocimiento.

“Lo conozco, conozco a cualquier cantidad de gente en Celaya. Tanto como familiar no, es mi consuegro, pero de esto, nada, ni idea”, dijo.

El alcalde Ramón Lemus Muñoz Ledo ha negado en varias ocasiones que los terrenos tengan ya un comprador.

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