Entre destellos de las cámaras fotográficas fue recibido el cineasta australiano Peter Weir en el Teatro Juárez, para recibir la Cruz de Plata de “Más cine por favor”, que minutos más tarde le entregó Sara Hoch, directora del Festival Internacional de Cine Guanajuato.
El hombre que dirigió “La sociedad de los poetas muertas” y “The truman show”, subió al escenario para recibir el reconocimiento a su labor cinematográfica.
Agradeció al Festival Internacional de Cine Guanajuato y a su creadora por contar con un despliegue cinematográfico que comenzó hace 20 años como un cerillo y que hoy se ha convertido en una llama.
Al ser homenajeado en una ciudad colonial mexicana, no pudo pasar en alto el destacado trabajo que han realizado los cineastas nacionales que hoy soy referencia a nivel mundial.
“Para mí México es un sueño, el festival es un sueño, es un sueño sobre un sueño”, dijo, y contó que esta es su tercera visita a nuestro país.
Sobre esto, recordó cuando visitó las pirámides y se imaginó a Jim Carrey subiendo por ellas. Por su parte, Hoch le dijo que es un director que siente y percibe los sentidos, y agradeció su asistencia.
“Traemos a directores como Peter Weir para inspirarnos. Cada generación aporta algo y Peter ha aportado algo al cine mundial”, resaltó la directora del Festival, quien en ese momento veía directamente al director.
Finalmente, el cineasta presentó su filme “Picnic at hanging rock”, que en sus palabras, trata sobre unas jovencitas que se van de día de campo y desaparecen.
“No es estar vivo ni muerto, es una tragedia para las personas que se quedaron”, refiriéndose en todo caso a los familiares de las desaparecidas.
Además, el homenajeado recibió artesanías de Guanajuato, un platón de cerámica mayólica y una botella de vino de la cosecha vinícola de la entidad, la cual ha crecido en los últimos años.
‘Nací para el drama’, afirma sobre su trabajo
Peter Weir ofreció una conferencia magistral en el Teatro Cervantes para compartir con el público sus inicios y sus vivencias en el mundo de la cinematografía.
Desde joven, Weir veía películas del oeste y de terror inglesas, también disfrutaba ver los sábados en la tarde series o películas de Steven Spielberg.
Al ser cuestionado sobre su educación fílmica comentó que no le gusta señalarlo de esa manera y que no había pensado en ser director, pero si tenía una gran influencia de la televisión, a él y a su padre les gustaba ver comedias.
Platicó que cuando tenía entre 21 y 22 años empezó a filmar algunas cosas, principalmente con la intención de dedicarse al entretenimiento y se parte de la vida artística.
Anteriormente ya había estudiado derecho, pero finalmente lo descartó para hacer otras cosas.
Fue entonces cuando se metió a trabajar para poder viajar a Inglaterra, se subió al barco sin pensar en un boleto de regreso, fue ahí cuando cambió su vida por completo.
Sin embargo, decidió regresar a Australia y años más tarde viajó a Estados Unidos donde conoció a Stanley Kubrick.
Dijo que sus viajes se debían a que no se sentía cómodo en su natal Australia, se sentía europeo, después de todo su familia tenía descendencia escocesa, que quizá sean antecedentes que se reflejan en sus películas. Ahora todo ha cambiado, ahora se siente a gusto en su tierra.
También le preguntaron que a quién admiraba del mundo de la cinematografía, destacó el trabajo de cineastas como Roman Polanski.
También habló y contó anécdotas de sus actores como Harrison Ford, Jim Carrey, Robin Williams, de este último lamentó la forma en la que murió.