Las botanas siempre son parte de las festividades de septiembre, Miguel Ángel Salazar Molina juntos con sus padres se dedican a la venta de churros preparados y fruta combinada que comúnmente se les conoce como gazpachos; ese ha sido el negocio de esa familia desde hace más de 22 años, los sábados venden en el tianguis de La Piedad y los otros días de la semana salen fuera.
Las ventas son variables ya que depende del clima, por ejemplo hoy hay poca gente en el tianguis “me imagino que es por la lluvia”, dijo Miguel Ángel; “siempre andamos en tianguis en diferentes ciudades por mencionar algunas: Atotonilco, Penjamillo, Vista Hermosa, entre otras”, agregó.
Las botanas son churros de harina y papas, elaboradas por ellos mismos, las preparan para su venta con churritos, salchicha, jitomate, cebolla, cilantro, chile verde, limón y sal; los gazpachos es la combinación de varias frutas (sandía, pepino, jícama, papaya, mango, melón blanco, chile de polvo, chamoy, limón, sal, jugo de naranja y una banderilla de dulce de tamarindo.
“Los churros preparados es lo más vendidos en La Piedad a comparación de los gazpachos que los piden más en Penjamillo, para todo hay gustos”, señaló Miguel Ángel quien siempre trata de que sus clientes se vayan satisfechos con sus productos y el servicio que les brindan él y sus papás.
Por ahora sólo la familia Salazar Molina atiende el negocio, años atrás daban empelo a más personas pero debido a la crisis económica ya no les fue posible cubrir el sueldo de los trabajadores ya que las ventas que registran no se comparan con las que tenían en aquella época.

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