En una significativa corrección del tono bélico empleado en los últimos días, Barack Obama declaró ayer que está dispuesto a “considerar seriamente” una propuesta de Rusia, surgida accidentalmente en una jornada de verdadero caos diplomático, para que Siria ponga bajo control de la comunidad internacional su arsenal químico a cambio de que Estados Unidos renuncie a atacar ese País.
Como primera consecuencia de este repentino cambio de posición, el Senado aplazó la votación que tenía previsto celebrar este miércoles sobre la autorización del ataque.
Aunque el Presidente norteamericano añadió que, para que esa iniciativa pueda tener éxito, es preciso mantener la actual presión militar, sus palabras parecían ir bastante más lejos del escepticismo con el que la idea había sido inicialmente recibida en Washington.
En declaraciones Obama comentó que sigue adelante con su plan de dirigirse hoy a la nación y de solicitar al Congreso autorización para una “limitada” intervención militar en Siria.
Pero, por primera vez desde el inicio de esta crisis, admitió la posibilidad de una solución negociada.
“Si podemos hacerlo sin recurrir al uso de la fuerza, yo lo prefiero”, dijo el presidente a la CNN.
Advirtió, no obstante, de que la propuesta rusa no será fácil de concretar y adelantó que uno de los problemas será el de “cómo vamos a estar seguros de que podemos verificar” que Siria, en efecto, ha entregado todo su arsenal militar.
Con esas precauciones, de repente y por casualidad –puesto que todo esto nace de un error cometido por el secretario de Estado, John Kerry en su conferencia de prensa en Londres-, ha surgido una vía de diálogo con Siria que Obama parece dispuesto a explorar, a pesar de sus repetidas declaraciones en días pasados de que el ataque con armas químicas perpetrado por el régimen sirio el 21 de agosto pasado no puede quedar sin respuesta.
La iniciativa de Lavrov tuvo su origen en unas declaraciones del secretario de Estado norteamericano John Kerry, quien, en respuesta a una pregunta, había dicho que el presidente Bashar al Assad puede evitar un ataque militar si entrega las armas químicas. Aunque Kerry dio por sentado que Asad no iba a aceptar tal planteamiento, Moscú decidió probar suerte y, tomándose en serio las palabras del norteamericano, trasmitió a los sirios el mensaje que, como mínimo, puede permitirles ganar tiempo.
Obama calificó la propuesta rusa de “potencialmente positiva”. Unas horas antes, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton adelantó, después una conversación con el Presidente, que “si Assad renuncia a todas sus armas químicas de forma inmediata, sería un paso importante”.
La decisión del líder demócrata en el Senado, Harry Reid, de posponer la votación en esa Cámara refleja la confusión que en este momento se vive en Washington.
Al comienzo de una semana crucial para su estrategia en Siria, cuando más convicción debía mostrar la Administración de que sus planes son los correctos, una tremenda pifia del secretario de Estado, John Kerry, provocó la confusión general sobre las verdaderas intenciones de EU.
Respondiendo a una pregunta, durante una rueda de prensa en Londres, sobre si hay algo que el régimen de Assad puede hacer todavía para impedir una intervención militar, Kerry contestó: “Por supuesto, podría entregar hasta el último pedazo de sus armas químicas a la comunidad internacional en la próxima semana. Entregarlo todo, sin dilación y permitiendo un recuento completo”.

‘Si atacan, prepárense’

El presidente sirio Bashar al Assad aseguró que habrá respuesta ante un posible ataque militar de Estados Unidos si se aprueba la intervención propuesta por el presidente estadounidense Barack Obama.
“Deben de estar preparados para todo, no necesariamente (una respuesta) del Gobierno”, dijo al Assad a la cadena estadounidense CBS, que difundió parte de una entrevista realizada en Damasco.
“(EU) pagará el precio si no es sabio en lidiar con terroristas”, dijo.
Assad reiteró que su Ejército no es responsable de los ataques químicos del 21 de agosto y expuso que no se han presentado pruebas en su contra.
Los cancilleres de Rusia y Siria dijeron que un brote de terrorismo se podría presentar en la región si se concreta un ataque contra territorio sirio.
Por su parte, enfrentándose a una firme resistencia en el Congreso, el presidente Barack Obama reconoció ayer que podría perder la lucha por el respaldo de los legisladores a un ataque militar contra Siria, y declinó decir qué haría si éstos rechazan su solicitud de apoyar un ataque punitivo por el uso de armas químicas el mes pasado.
“Creo que es justo decir que no he decidido” el paso a tomar si el Congreso le da la espalda, dijo el Presidente en una entrevista con la cadena NBC, una de seis que concedió en el día como parte de una intensa campaña de cabildeo con la que busca el apoyo.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *