Tratando de salvar una estrategia que hace aguas, Barack Obama relegó sus planes militares en Siria a cambio del debate en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una resolución, respaldada también por Francia y el Reino Unido, para obligar al régimen de Bashar el Assad a entregar y desmantelar su arsenal químico.
Con esto, no sólo deja de tener sentido la votación que estaba pendiente en el Congreso norteamericano, sino que pierde valor su discurso a la nación y, quizá, quede en entredicho cualquier otra medida de fuerza que pueda anunciarse en el futuro.
Probablemente influido por el riesgo más que alto de ser derrotado en el Capitolio y por la oposición rotunda de la opinión pública a una nueva aventura militar en Oriente Próximo, Obama, quien personalmente nunca se mostró tampoco claramente convencido de la necesidad de actuar, ha guardado temporalmente sus preparativos bélicos en un cajón para explorar una vía diplomática incierta y que puede llevar meses concretar.
El propio Obama se trasladó ayer al Congreso para transmitir a senadores de ambos partidos sus nuevas prioridades. Previamente, había hablado por teléfono con el primer ministro británico, David Cameron, y con el presidente francés, François Hollande, para coordinar los movimientos en la ONU. Y más tarde lo explicaría a sus compatriotas por medio de la televisión.
En el fondo, todos respiran aliviados: Obama, porque, como él mismo confesó, fue “elegido para terminar guerras, no para empezarlas”.
Lo que no está claro es qué repercusiones tendrá esto en el interior de Siria, donde se libra una guerra civil con más de 100 mil muertos, y en el crédito de la comunidad internacional, que hasta ahora creía imprescindible responder al uso de armas químicas por parte de Assad.
La salida que se busca nació de un comentario accidental hecho por el secretario de Estado, John Kerry, el lunes sobre la posibilidad de parar el ataque previsto si el régimen sirio entregaba todo su arsenal químico.
Justifica Obama obligación moral
No hubo nada nuevo en el discurso del Presidente debido a que las palabras que dirigió a la nación no eran las que planeaba pronunciar 48 horas antes de producirse. La dinámica puesta en marcha que daba prioridad a los esfuerzos diplomáticos provocó que Barack Obama se limitara a explicar el deber moral que considera que tiene Estados Unidos de responder al uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad.
“Nuestros ideales y nuestros principios están en juego”, dijo el Mandatario desde la Sala Este de la Casa Blanca, lugar elegido para el discurso en lugar del despacho Oval, que hubiera sido el escenario para anunciar ataque.
Exponiendo que la falta de reacción a un ataque que viola las leyes internacionales y es un crimen contra la humanidad supone sin duda una amenaza para la seguridad nacional norteamericana, el mandatario ha admitido que “la carga del liderazgo puede ser muy pesada” pero que no se puede mirar a otro lado ante las atrocidades de los tiranos.
El Premio Nobel de la Paz ha dicho que EU ha sido durante más de siete décadas “el ancla de la seguridad global” y se ha preguntado en qué mundo viviríamos si eligiéramos mirar “hacia otro lado”.
Rechaza Rusia resolución
Rusia considera inaceptable el proyecto francés de una resolución en la ONU sobre el control del arsenal químico de Siria, declaró ayer el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, durante una comunicación telefónica con su homólogo francés Laurent Fabius.
“Lavrov subrayó que la propuesta de Francia de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (…) que atribuye a las autoridades sirias la responsabilidad de un posible uso de armas químicas es inaceptable”, indicó el Ministerio ruso en un comunicado.
Moscú había hecho una propuesta, aceptada por Siria, de que pusieran su arsenal químico bajo control internacional para evitar un ataque de Estados Unidos.
Pero, el proyecto de resolución francés, “bajo capítulo 7”, autoriza en último recurso el uso de la fuerza para obligar a Damasco a entregar las armas químicas.
Tras conocer el anuncio del proyecto de resolución francés, el Primer Ministro británico, David Cameron, dijo que Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña presentarán en unas horas un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos pondrán hoy sobre la mesa una resolución del Consejo de Seguridad” de la ONU, dijo Cameron en el Parlamento, afirmando que el texto debe establecer fechas para la eliminación del arsenal químico del régimen de Bashar al-Assad.
“Necesitamos plazos”, dijo Cameron. “No se trata de supervisar armas químicas en Siria, sino de ponerlas bajo control internacional y de su destrucción”.