Enclavado en uno de los portales del Centro Histórico, yace un testigo mudo de los acontecimientos más importantes de la historia de México.
Sus muros guardan episodios que fueron trascendentales para formar el País que hoy conocemos.
Se trata del Mesón de Guadalupe; el lugar donde el Cura Hidalgo se hospedó en su paso por Celaya, y el mismo desde cuyo balcón todavía años atrás se daba el Grito de Independencia.
El historiador y coordinador del Museo de Celaya Historia Regional, Rafael Soldara Luna explicó que en la época los mesones eran los sitios de hospedaje más lujosos, seguidos de las posadas y, por último, los corrales de posada, que eran lugares en los que se hospedaban arrieros y ganaderos que traían consigo a sus animales.
“Seguramente esa fue la razón por la que Miguel Hidalgo se hospedó en el mesón; debió ser el lugar adecuado para pernoctar, descansar y pasar la noche”, consideró el Historiador.
Otra razón por la que ocupó este lugar, fue porque el camino real de Celaya era la calle que hoy conocemos como Hidalgo, y por ella entró el Cura.
El Mesón de Guadalupe fue un escenario muy importante en la estancia de Hidalgo en Celaya, ya que no sólo se hospedó en él, sino que desde su balcón arengó al pueblo para unirse a la Guerra de Independencia el 21 de septiembre de 1810.
Al día siguiente en el Jardín Principal se hicieron los primeros nombramientos militares.
“Ahí fue cuando Hidalgo asumió un carácter diferente al frente de la gente que venía con él. Tres documentos hablan de él, ya lo nombran con su cargo oficial de Capitán General”, explicó.
Aunque hoy queda poco que apreciar de este mesón, en la historia queda el registro de que sirvió para hospedar al Padre de la Patria y para llamar al pueblo a unirse a la Guerra de Independencia.
“Actualmente ya no se conservan los muros originales del mesón, toda la base arquitectónica fue cambiada, es de ladrillos, cemento, pero se conserva la fachada y el barandal de hierro forjado que es el original, avalado por el INAH”, enfatizó el historiador.
Además Rafael Soldara Luna informó que durante varias décadas el tradicional Grito de Independencia se dio desde balcón del Mesón de Guadalupe, y no desde el de la Presidencia Municipal, como ahora lo presenciamos.
El Grito se emitía desde este sitio para rememorar el paso y la estancia de Hidalgo en él, y el hecho de que desde ahí llamó al pueblo a unirse a la gesta.
“Durante la intervención francesa, cuando Maximiliano de Habsburgo impuso su imperio, instituyó el Grito de la Independencia, que no es más que remembrar o rememorar el llamado que hizo el Cura Hidalgo desde la parroquia de Dolores aquel 15 de septiembre de 1810.
“Cuando termina la intervención francesa y regresa Benito Juárez, él decide dejar o continuar con esta tradición”, recordó.
Pero se tiene registro de que el Grito se daba desde ese balcón a partir de 1870 y probablemente hasta 1954, año en el que se terminó de construir el segundo piso de la Presidencia Municipal.

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