La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a través de su Dirección de Verificación de Combustibles, continúa realizando operativos en León e inmovilizando bombas despachadoras por irregularidades.
Ahora correspondió a la gasolinera No. 7849, que se localiza en el bulevar López Mateos, a un paso del Hotel Radisson, entre Francisco Villa y Pradera.
El personal de Profeco inmovilizó las cuatro mangueras de la bomba despachadora número 6 por anomalías.
El administrador del lugar aseguró que a la bomba se le colocaron los sellos de “inmovilizado” por “dar combustible de más”.
Explicó que los inspectores hacen dos pruebas y por “repetitividad” se detectó que se estaba dando combustible de más.
El delegado de Profeco, José Huerta Arredondo, manifestó que aún no tenían informe de los establecimientos que expenden combustible al público que han sido verificados en Guanajuato, pero que espera recibir un informe sobre los procesos administrativos que se siguen para luego ser sancionados.
Señaló que Profeco verifica los establecimientos que expenden combustible al público en general, como estaciones de servicio, gasolineras, plantas almacenadoras y distribuidoras de gas LP, mediante un programa permanente en todo el país.
El programa también ve el buen comportamiento de los proveedores de combustible para que se realice una revisión periódica de los instrumentos de medición y que cumplan con la normatividad vigente.
“Con estas acciones se busca garantizar que las bombas de gasolina surtan litros de a litro y se den kilos de a kilo. Cuando se detectan irregularidades en el funcionamiento de bombas despachadoras y cilindros de gas, se puede proceder a su inmovilización”, según se publica en la página web de Profeco.
Se reportó que la gasolinera que se localiza en la esquina de Hilario Medina y Congreso de Chilpancingo también recibió la visita de verificadores, aunque en ésta no se inmovilizaron bombas.
Con esta ya son cuatro de las que se tiene conocimiento que han sido verificadas. Otra fue la del Parque Hidalgo, en Chapultepec y Adolfo López Mateos, donde tampoco se inmovilizaron mangueras; y la 4005 de Mariano Escobedo y Juan Alonso de Torres, donde se inmovilizó una bomba.
Bajo diversos argumentos la Profeco lleva a cabo las clausuras.
Aduciendo violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor, lo que ha provocado la reacción inmediata de los gasolineros, ya que estas sanciones van de los 250 mil pesos (la más baja) al millón 373 mil pesos, dependiendo de la gravedad.
En un recorrido por la ciudad, AM constató la inmovilización de bombas.
Los empleados de estas gasolineras se abstuvieron de comentar el motivo de las clausuras.
“Los señores llegaron ordenando y nadie se opuso a las indicaciones que traían”, dijo uno de los trabajadores que omitió su nombre.

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