Con el brazo “roto”, Ángel Reyna descubre que el principal malestar que tiene es no haber podido vencer al América, el sábado pasado en la cancha del estadio Luis Pirata Fuente. 
“Es triste, porque no se consigue ganar, pero estoy orgulloso de mi equipo. Se jugó bastante bien. 
En la cancha, Veracruz propuso y controló el juego, pero los partidos se ganan con goles y con un golazo nos ganaron”, reconoce el delantero de los Tiburones Rojos, quien se aferró a jugar, aunque le salió más caro. 
“Realmente, lo tengo roto (el brazo), me duele muchísimo, pero ni hablar, es parte de…”, reconoce Reyna. “Tiene su riesgo, pero la verdad, que tenía muchas ganas de jugar y aportar”. 
De ahí que no lamenta las consecuencias: “Yo nací para jugar, es lo que me gusta y trato de poner actitud y esfuerzo. Creo que hice lo mejor que pude en la cancha y a veces se gana o se pierde, nos frustra haber jugado bien y haber perdido”. 
Peor aún, Reyna se perderá asistir con la Selección Mexicana, en esta semana y tampoco estará para los dos últimos encuentros, contra Panamá y Costa Rica, en la eliminatoria. 
“Son cosas diferentes, pero duelen aparte. Me lastima estar fuera de la Selección y de mi equipo, por el brazo y una contractura que sufrí en la pierna izquierda (el sábado contra América), pero ni modo, hay que levantar la cara”, añade Reyna. 
“Del brazo serán tres a cuatro semanas (para que me recupere) y la contractura vamos a ver si es eso o un desgarre. Primero Dios, vamos a salir adelante. No sé si estoy descartado para los próximos juegos, veremos primero los estudios”, remata, aún con el dolor de perder con las Águilas. 

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