Pequeño, a simple vista inofensivo —a comparación de los tótems que lo rodean— pero el corredor Darren Sproles hizo que los Delfines le hicieran reverencias. 
Con apenas 1.68 metros de estatura, Sproles, de los Santos de Nueva Orleans es uno de los mejores y más veloces corredores de la NFL. Este lunes fue vital en el triunfo 38-17 sobre Miami y mantenerse invictos tras las primeras cuatro jornadas. 
Fue una noche redonda para los Santos. Sproles abrió la pizarra al escaparse cinco yardas a las diagonales, y los Delfines, por medio del pateador Caleb Sturgis, respondieron con un gol de campo de 34 yardas. 
Fue entonces cuando el quarterback de Nueva Orleans, Drew Brees, también quiso ser iluminado por los reflectores. Era su turno. 
Brees lanzó su primer pase de anotación a Jimmy Graham. Miami tuvo respuesta inmediata con touchdown en carrera de cinco yardas de Lamar Miller. 
Parecía un reto mayor para el pasador de los Delfines, Ryan Tannehill, quien fue interceptado y perdió un balón suelto. 
Brees acribilló a la defensiva de los visitantes y lanzó tres pases de anotación sin respuesta: de 13 yardas a Sproles, de cuatro para Benjamin Watson y más tarde de 43 yardas para Graham. 
Sproles logró 114 yardas por recepción y un touchdown, además de otro por vía terrestre; Brees culminó con 30 pases completos de 39 para 413 yardas y cuatro anotaciones. 
Miami respondió tarde con un touchdown de Charles Clay, a pase de Ryan Tannehill, quien fue interceptado dos veces y perdió un balón suelto. 

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