Al menos 13 inmigrantes, todos hombres y de nacionalidad eritrea, murieron ahogados ayer por la mañana cuando intentaban alcanzar a nado la costa de Ragusa, en la isla italiana de Sicilia, tras haber quedado varada su embarcación, según el diario Il Corriere della Sera en su edición digital.
La embarcación, un viejo pesquero de ocho metros de eslora, encalló en la localidad de San Pieri di Modica, a 15 ó 20 metros de la costa.
La alarma por la llegada de los inmigrantes la dieron los turistas por la mañana, quienes en ese momento se encontraban en la playa de Sampilieri. Según relataron los supervivientes, a bordo de la embarcación viajaban cerca de 200 personas, 70 de las cuales ya han sido trasladadas a tierra firme, entre las que se encuentran 20 niños y una mujer embarazada que está grave y ha sido ingresada en el hospital de la localidad.
El alcalde de Scicli, Franco Susino, mostró su indignación por estas llegadas en masa de inmigrantes a Italia “porque son tratados como bestias”.
Los inmigrantes hablan de un desaparecido más, por lo que ascenderían a 14, pero este punto no ha podido ser confirmado por las autoridades italianas que continúan la búsqueda de posibles cadáveres.
Uno de los inmigrantes contó que llegaron de mañana y la barca encalló.
“No pensábamos que el agua fuera tan profunda. El mar estaba agitadísimo. Nos lanzamos al agua y hemos intentado llegar a la costa que veíamos cerca, pero el agua negra era demasiado profunda”.
La Policía arrestó a dos inmigrantes, que podrían ser libios, como presuntos organizadores del viaje desde el norte de África.
Según los primeros testimonios, los inmigrantes ahogados son todos hombres. En tierra, los agentes encontraron a 70 inmigrantes, todos eritreos, incluidos 20 niños.

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