Un dispositivo capaz de captar el calor corporal y convertirlo en electricidad ya fue inventado. Y lo hicieron científicos mexicanos.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) informó sobre el trabajo que están haciendo científicos de la Universidad Autónoma de Coahuila y del Instituto Tecnológico de Saltillo.
El prototipo presentado es el primer paso hacia el objetivo final: recarga de aparatos electrónicos como celulares y relojes a partir de dispositivos adheridos a la ropa, utilizando energías sustentables como calor corporal y energía solar.
Los resultados conseguidos hasta ahora fueron descritos como “alentadores” por los involucrados.
En una entrevista para el Conacyt, los especialistas señalaron el potencial del proyecto, así como los resultados preliminares y la contribución al desarrollo de la electrónica flexible en el país.
Prototipo sustentable
La tendencia de la electrónica flexible es lo que buscan alcanzar. Esta nueva idea de desarrollar elementos electrónicos convencionales flexibles, compactos, más ligeros, baratos y hechos a base de materiales biodegradables.
Los científicos mexicanos trabajan en un dispositivo que toma calor corporal humano y lo convierte en electricidad.
“En este sentido, el cuerpo humano funciona como una batería. Este dispositivo toma esta energía, fuente de calor humana, la transforma en electricidad y, a su vez, sirve para alimentar algún otro dispositivo móvil que podría ser una calculadora, un reloj, y estamos actualmente trabajando para que sea lo suficientemente eficiente”, detalló Jorge Roberto Oliva, catedrático del Conacyt.
Ventajas y desventajas del prototipo
Entre las caracaterísticas positivas se encuentran algunas como que es amigable con el medio ambiente, pues no utiliza materiales tóxicos, además de energía sustentable a partir del calor corporal.
En contraparte, la intencón de hacerlo compacto afecta la eficiencia y el voltaje.
“Estamos buscando tener un dispositivo flexible, que tome el calor corporal humano y pueda generar un nivel de voltaje y corriente que sea comparable a las baterías convencionales que se utilizan en juguetes, relojes, en cualquier dispositivo electrónico portátil”, añadió Oliva.
México a la par del mundo
El impacto que podría tener en el país y a nivel internacional no pasa desapercibido para los científicos.
“Es importante para el país, podría darle una ventaja competitiva a nivel mundial sobre este tipo de tecnologías. ¿Y por qué no? Abrir una empresa mexicana para vender este tipo de tecnología a otros países. Es un tema que los países desarrollados están madurando y México no se puede ni debe quedar atrás”, expuso Oliva.
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