A finales de año, parches y metales sonaban cada fin de semana en el seno de la Plaza de toros México, estos acompañados por la inconfundible voz de Heriberto Murrieta que por primera vez, no llegará a los aficionados en la Temporada Grande.

“Por primera vez en muchos años, no narraré las corridas en la Plaza México, así, con un mensaje directo y sin rodeos, como acostumbra realizar su trabajo, fue como Murrieta dio a conocer la decisión de Univisión TDN (canal operado por Televisa) de cerrar su micrófono y retirarlo de las narraciones a las que puso su sello durante muchos años.

De inmediato, su cuenta de Twitter se llenó de mensajes de apoyo no sólo de compañeros como José Ramón Fernández, Ciro Procuna, Mauricio Pedroza, Raúl Orvañanos, Jorge Pietrasanta, Fernando Schwartz y Alfredo Domínguez Muro, sino de cientos de aficionados taurinos (e incluso algunos que no) que destacaban su seria y templada labor.

De inicio, Murrieta no dio a conocer las razones oficiales de su salida, pero en un tuit en el que respondió a un seguidor, se da a entender que fue su crítica hacia el encierro que envió la ganadería de Teófilo Gómez a una corrida, lo que determinó su continuidad.

En su columna publicada en el Diario de Querétaro y en el blog taurino De Sol y Sombra, Manuel Laredo también dejó ver este detalle:

“Personalmente me parece que Heriberto Murrieta es un digno sucesor de esa generación de cronistas que nos alegraron las tardes de domingo, incluido aquel inolvidable Paco Malgesto del “pero oiga usted” (…) Es la de Murrieta una voz sustentada en el conocimiento, no exclusivamente taurino; una palabra sosegada en tiempos revueltos por las redes sociales, el malestar del tendido y los muchos aficionados de ocasión. Una voz que tenía muchas veces que buscar el mejor de los lados posibles a un cuadrado imperfecto”.

“Pese a ello, al parecer por las críticas (merecidísimas, por otro lado) a una ganadería en una trasmisión de la temporada pasada, Heriberto Murrieta ha sido desplazado de la crónica televisiva, sufriendo en carne propia un absurdo e indignante veto. En su lugar, varios cronistas de todos mis respetos se están dedicando a elogiar a diestra y siniestra a los protagonistas de la Fiesta, y a cubrir con su voz, sin parar y sin medida, toda la trasmisión, como si los silencios fueran el enemigo por vencer”.

“Cual torero incómodo, Murrieta fue enviado a la banca. Tiempos vendrán, estoy seguro, que al más puro estilo de Ventura, volverá a tomar un micrófono para narrar una corrida de toros. Porque también ahí, en los burladeros de trasmisiones, acaba imponiéndose la verdad”.

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