Armindo Bruma, exjugador del Sporting de Lisboa, fue retenido unas horas, para obligarlo a renovar su contrato con el equipo portugués.
Según contó Cátia Baldé, representante de Bruma, el incidente se dio en el verano de 2013, cuando el entonces presidente del Sporting, Bruno de Carvalho, habría enviado a fanáticos portugueses para retener y presionar al jugador.
“Cuando (Bruma) llegó a su coche fue rodeado por gente de la Juve Leo (la porra radical del Sporting) , chicos tatuados y con la cabeza rapada. Lo único que le dijeron fue: “Tienes que acompañarnos porque el presidente quiere hablar contigo”, narró el representante en una entrevista con el diario A Bola.
Bruma alcanzó a llamarle a su agente y cuando éste llegó, le plantaron cara a los fanáticos y además, pidieron apoyo de la Policía, con lo que pudieron ahuyentar a los acosadores. “Nos amenazaban diciendo que nos iban a agarrar”, añadió el agente.
Escapó de inmediato
Tras la agresión, el jugador escapó a los Emiratos Árabes, esperando rescindir su contrato, lo que finalmente consiguió, para fichar por el Galatasaray de Turquía.
Incluso, según añade Cátia Baldé, Bruno de Carvalho aceptó haber ordenado la agresión contra el jugador.
“En unass reuniones a solas con Bruno de Carvalho, me confesó que aquella situación del hotel con los miembros de Juve Leo era solo para asustar a Bruma y hablar con él”.
Actualmente, De Carvalho es investigado por la justicia portuguesa, luego de supuestamente ordenar que la misma barra asaltara las instalaciones del equipo para agredir a los jugadores, en mayo pasado.