Los celulares no se daban abasto con las grabaciones de su concierto en León. Dread Mar I provocó suspiros, baile y sobre todo encuentros de corazones enamorados la noche del sábado en la Velaria de la Feria.
Pero antes del argentino, justo a las 6 de la tarde, la gente pidió por entrar, parte de los más de 3 mil 500 asistentes (dato de los organizadores) quisieron vivir cada segundo del evento.
Bendita, Fideo Cósmico, Ras Cocomán fueron los encargados de quitar el frío con el sonido de los tambores, las odas a la buena onda y el amor. Después de las 10 de la noche, la gente comenzó a chiflar y pedir por el estelar, quien presentó en exclusivo en León su nuevo disco “Caminarás Caminos”.
A las 11 de la noche, los músicos se apersonaron en el escenario, las banderas jamaiquinas con el logotipo de amor y paz se ondearon por el venue. Así apareció Dread Mar I cubriendo las largas rastas con un gorro rastaman, su cabello es historia, sinónimo de hermandad entre la comunidad afín a su filosofía.
“En el seno del amor” y “Millones de primaveras” no podrían ser mejor inicio, pues inmediatamente la gente conectó con él y se entregó a sus versos.
Con las canciones, el músico saludó a todos y cada uno de los asistentes, entre los que se encontraban personas entre los 17 a los 45 años de edad.
“El brillo de los dos” y “Laberintos” siguieron a la súplica del corazón y la expresión del sentimiento universal: El amor. Los bailes comenzaron, los abrazos, las transmisiones en vivo, todo abonó para atesorar un recuerdo. “Recuerdos”, “Sabes”, “Lo reconozco”, “Nena” tuvieron un efecto mágico, pues el pequeño slam se dejó ver, seguido de la sed por consumir una cerveza a pesar del frío.
Fans expresaron su tristeza por no acudir al espectáculo a través de redes sociales, y pidieron canciones como “Mi bendición”, “Mi amor”, “Las Lágrimas”, “La suerte”, “Hoja en blanco” que se escucharon en el escenario. Para ese tiempo, el cantante se deshizo de su sombrero, dejó volar su larga cabellera y continuó con el baile; le regalaron rosas, leoncitos, y él las tomó con mucho entusiasmo, al igual que una bandera de México que ondeó también en escena.
Los fans vestidos con gorras rastafari, piercings, cigarrillos, brindaron por tener a Dread Mar, uno de los máximos representantes de la corriente en Latinoamérica. Su voz, encanto y sobre todo comunión con el público lo colocaron en un pedestal esa noche.
Llegó el momento para decir adiós, pero aún faltaba por cumplir con una tanda de canciones para disfrutar en vivo, “Las vendas caerán”, “Decide tú”, “Más allá de tus ojos”, “Donde estés”, “La verdad”, y “Tú sin mí”, fueron el himno para esa noche, la gente no dejó de grabar y hasta soportar las ganas de ir al baño por escucharlas en su voz.
Mariano Castro (su nombre real), como buen baladista del reggae, encanta, apasiona y engancha por su vibra de Zen, por eso, al realizar una salida falsa, la gente pidió por más.
“No te asustes”, “Nada”, “Promesas”, fueron el fin del set del artista que por su color de voz podría cantar hasta ranchero, pues los géneros comparten las ilusiones de un corazón roto, convertidos en trova o poesía. Después de las 12 de la noche, todos se retiraron, pero con la vibra renovada.