Los exportadores de alimentos de Guanajuato reflejan pérdidas individuales por 500 mil pesos, la falta de combustible es una de las razones que afecta la calidad y venta de sus productos.
A esto se suman las afectaciones del clima en las cosechas, que han generado para los comerciantes de frutas y verduras la reducción de ventas y el aumento de precios.
Estos dos factores impactan al consumidor final, que relaciona el alza de precios con la falta de gasolina como parte de un mismo problema.
Las pérdidas
Por cada hora que un alimento de exportación tarde en trasladarse desde el lugar de cosecha hasta el centro de refrigeración, pierde días de conservación para su venta.
Esto es una de las consecuencias del desabasto detalló Pedro Azael Nieto, director de promoción internacional en la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce).
A través de una consulta con empresas del sector agroalimentos, la Cofoce detectó que el 46% de los envíos al extranjero se ha visto afectado por la falta de combustible, generando pérdidas de 100 a 500 mil pesos refirió director.
Ausentismo de personal
En Guanajuato, el padrón de empresas exportadores del sector alimentos es de 1,300. La consulta se aplicó a un grupo de 476 empresas, de las cuales 72 son PyMes de alimentos.
Entre los resultados, el 50% de las empresas presentó ausentismo de personal debido al desabasto, lo cual se refleja en la productividad que ha disminuido en hasta 20%.
Los empresarios señalaron que el 28% tuvo aumento en costos fijos, restando competitividad y por tanto reduciendo el margen de ganancia.
Cuidados especiales
“Los clientes no aceptan excusas, tienen una programación estudiada en los agroalimentos”, precisó Nieto.
En dos semanas 66% ha perdido hasta 500 mil pesos, debido a los traslados que implican llegar al centro de refrigeración.
“En el caso de berries, cada hora que pase, le resta tres días de anaquel, al producto de tardarse tres horas en refrigerarse pierde nueve días”, detalló el directivo.
Los productos que se cosechan en Guanajuato como el brócoli y lechugas requieren un transporte rápido para que conserven sus cualidades en color y tamaño.
Prefiere donar y no tirar
Durante tres semanas, el desabasto de combustible ha afectado a José Eugenio Ibarra Gómez, comerciante del Descargue Estrella, pues gran parte de su mercancía se ha “echado a perder”, a esto se suman las bajas ventas.
Los productos que se van quedando los dona a centros de rehabilitación, por semana ha entregado hasta 200 kilos.
Ibarra Gómez explicó que el problema principal en este sector es el clima. Como ejemplo señaló que los chiles verdes (serrano, poblano) que vienen de Sinaloa se dañaron por las heladas de diciembre.
“Este es de los productos que aumentó 500%, pasando de 15 pesos por kilo hasta 100 pesos”.
Bajan clientes
Entre las medidas que toman algunos comerciantes de verduras en la Central de Abasto es reducir al 50% la compra de productos para evitar que se descompongan y así poder sacar la mercancía.
Así lo está haciendo Adrián Mendoza Carpio, que tiene 15 años de dedicarse al comercio de legumbres.
Sus clientes habituales se están surtiendo con menos frecuencia y el volumen pasó de vender 100 cajas de jitomate a 50 unidades. “Además del alza de costos por el clima, se suma la falta de gasolina” señaló el comerciante.
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