Joel Campbell recibió el dorsal 8 para atacar con la playera del León.

No es un dígito cualquiera. En la memoria cercana nos hace referencia a buenos jugadores que militaron en el club esmeralda.

Es un número que ahora lo vemos perfilado para un futbolista ofensivo, pero no siempre fue así, años atrás fue reservado también para auténticos caballos de batalla.

En la Final del 92′, este número fue portado por el último ídolo leonés en el León: Martín Peña. En aquellos tiempos conocido como ‘Peñita’, jugó ese duelo contra Puebla supliendo a Zé Roberto y lo importante es que sus características a todos nos agradaban. Siempre fue vertical y pícaro, de esos chaparritos que cuando tomaba el balón era difícil quitárselo. Le dio goles importantes al León como los del primer ascenso en 1990 contra Tijuana.

El tiempo y los estilos de juego en La Fiera dejaron el 8 en jugadores no tan ofensivos, pero sí sumamente efectivos. Jaime Ordiales fue uno de ellos.

Ordiales militó por casi seis años en La Fiera y su cumplimento lo llevó a participar en el Mundial francés del 98. Le tomó cariño al León y decidió hacer su partido de despedida vestido de verde a pesar de haber militado en otros nueve equipos.

Otro 8 esmeralda que me gustaba verlo jugar fue Alfonso Sosa. Incansable el tipo.

Poncho es uno de los futbolistas con más partidos jugados de forma consecutiva como titular en México.

Tanto en Ordiales como en Sosa, era irreverente pensarlos en la banca porque ni las lesiones pudieron con ellos.

Aunque también hubo ochos que defraudaron, no se diga Nery Castillo, un futbolista que fue más activo en las discusiones que hablando con la pelota. Por eso no más líneas sobre él.

Elías, el último 8

El último referente con un 8 a la espalda es Elías Hernández, jugador que regresará mañana al Glorioso después de cinco años y un bicampeonato con el León.

Ahora como líder en cancha del Cruz Azul, El ‘Patrullero’ como esmeralda tuvo sus momentos discretos y otros muy espectaculares. Aquí le vimos duelos de cinco yerros frente al marco, pero que con un gol magistral lo resolvió todo.

Jugó con la fortaleza que da la cumbre futbolística y con los momentos de flaqueza que provocan el cargar un equipo en los hombros.

Podremos discutir si la vara que dejó Elías en La Fiera es alta o no. En mi punto de vista no es para nada mediana ni mucho menos baja.

Es por ello que lo de Campbell llama la atención. Hoy, la fisonomía del 8 en el equipo León es para un jugador que haga estallar la tribuna.

La presencia de Jesús Martínez hijo en la presentación del tico lo dice así. La directiva esmeralda le tiene fe a sabiendas que también puede quedar mal con este fichaje si no responde en el empastado.

En general, los números 8 del León han sido elementos con cualidades importantes para el equilibrio futbolístico del equipo.

A Campbell aquí se le pedirá de todo: explotar la banda, desequilibrar, asistir y anotar.

Bien por él, heredó el 8, ahora a cumplir.

 

Twitter @geraslugo

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