Durante los últimos tres años, la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) atendió 138 mil casos de intoxicaciones y envenenamientos. En promedio, al año se registraron 46 mil casos.
La mayoría de los casos correspondieron a adolescentes, adultos entre 35 y 45 años, (dos grupos de riesgo para intento suicida) y agricultores que por su labor están en contacto frecuente con pesticidas o plaguicidas.
Antidepresivos, sedantes, fármacos anticonvulsivos y productos de venta a granel para uso común en el hogar como cloro, thinner, sosa cáustica, ácido muriático y jabones, son los principales medicamentos y productos que provocan la intoxicación.
Los envenenamientos más comunes
En cuanto a los envenenamientos más comunes en la entidad, en primer lugar se encuentra el alacranismo, seguido de las mordeduras de araña viuda negra y violinista, el tercer lugar lo ocupan las picaduras de abeja, avispa, abejorro y hormiga, y en cuarto lugar están las mordeduras de serpiente de cascabel.
Raúl Pérez Sandoval, médico especialista en pediatría y toxicólogo en el Hospital General de Valle de Santiago, indicó que la mayoría de los casos de intoxicaciones son de manera intencional al ser los plaguicidas y medicamentos productos de fácil acceso al no requerir de receta médica, en el caso de los segundos.
“Más o menos en un tercer rubro está la intoxicación intencional por el uso de medicamentos o a veces para fines ilícitos como asaltos, porque nos han llegado pacientes que drogan en el camión o en la calle y les roban sus pertenencias. Les dan un sedante del tipo de benzodiacepinas como la clonazepam que se prescribe para controlar determinados tipos de convulsiones, se los ponen en un jugo o bebida y la persona se queda dormida.
Para un intento suicida los medicamentos más disponibles son los antidepresivos y sedantes que se recetan para el dolor neuropático y los productos de exposición laboral que no son intencionales, algunas veces como los plaguicidas y la pastilla del maíz que la gente utiliza también para este fin”, explicó.
No hay cuidado
El especialista mencionó que actualmente el uso de las redes sociales y el Internet son un punto clave de cómo la persona se entera con qué se puede causar daño.
Sin embargo, subrayó que al no tener la precaución en el uso y desecho adecuado de ciertos productos de uso común como los de limpieza, el mayor número de intoxicaciones infantiles se dan en el hogar con productos que por lo general se almacenan en la cocina.
“Los productos de mayor incidencia en el hogar son los de venta a granel, el problema es que estos productos no tienen un control de calidad y los colocan en envases de consumo diario como botellas de refresco o de agua y a veces sólo les colocan una etiqueta de peligroso y si el pequeño aún no sabe leer es un gran riesgo”, recalcó.
Tratamientos
Pérez Sandoval mencionó que en cualquier caso de intoxicación para poder hacer una valoración y determinar el tipo de tratamiento es muy importante que el familiar del paciente lleve el producto con el que se intoxicó.
En el caso de intoxicaciones por la ingesta de productos de limpieza, la persona puede sufrir lesiones como quemaduras en la boca y en el esófago, para lo cual la cirugía o un tratamiento basado en la dieta y medicamentos de protección de la acidez del estómago son las alternativas de alivio.
Plaguicida tipo fosfuro de aluminio.
De manera global hay dos tipos de tratamiento, el general que se emplea a todos los tóxicos o venenos; y el específico que dependerá a que grupo tóxico se enfrenta el médico, en este segundo caso se utilizan: antídotos, faboterápicos y agentes quelantes, por mencionar algunos.
Aprender a tomar medidas
El especialista agregó que para estar en contacto con el paciente intoxicado es necesario tomar ciertas medidas de protección general con el uso de equipo especializado como mascarilla de alta filtración, traje repelente con recubrimientos de teflón, gorro, guantes y botas.
“Porque el médico se puede exponer a las evacuaciones o secreciones del paciente, pero hay casos que la persona intoxicada puede liberar un gas que se llama fosfina y para no intoxicar al personal médico y otros pacientes se realiza un asilado muy estricto con el montado de una carpa en algún área del hospital”.
Finalmente, para atender los envenenamientos por picadura de alacrán, mordeduras de arañas viuda negra y violinista y víbora de cascabel, la faboterapia o antivenenos es el único tratamiento efectivo para tratar ataques ponzoñosos y con el cual cuenta la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG).
Escasean toxicólogos
A nivel estatal y nacional existen pocos especialistas en toxicología clínica, es decir, enfocada al diagnóstico y tratamiento, el toxicólogo Raúl Pérez Sandoval atribuye la falta de estos especialistas a que no existe una materia en toxicología en los planes de estudios de las escuelas de Medicina.
“No tenemos una capacitación como en la formación básica de medicina enfocado a toxicología, por lo tanto el estudiante no sale conociendo que existe algo enfocado a tratar al paciente intoxicado y por eso hay mucha deficiencia en la atención a estos pacientes.
“Urge que se actualice el plan de estudios de la licenciatura en Medicina debido a que la incidencia de pacientes intoxicados es alta y no todos los médicos tienen el conocimiento para diagnosticar y tratar a los pacientes”, opinó.
Médico capacitado en toxicología
Un mal diagnóstico puede provocar secuelas en la salud del paciente y afectar principalmente el sistema nervioso, alteraciones cardíacas como infartos tempranos y daños generales en el órgano del cuerpo donde el tóxico actuó.
La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) informó que actualmente cuenta con tres toxicólogos; sin embargo, en los 41 hospitales generales que están distribuidos en la entidad, sin importar su especialidad hay un médico capacitado en toxicología para atender estas contingencias.
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