Un colombiano de 22 años se tatuó el nombre del que creía que era su primogénito, un mes después de que éste nació… sólo para descubrir que que su pareja le había sido infiel y que él no era el padre del bebé.
Pedro Pablo acudió a tatuarse el nombre de Benjamín a un mes del nacimiento del niño, quedando marcado para siempre. Sin embargo, se enteró de que su novia pensaba dejarlo para volver con su ex pareja sentimental.
Luego de la confesión de ella, Pedro Pablo se sometió a una prueba de ADN, misma que dio negativo para su paternidad, informa El Diario NY.
Con una acalorada discusión dio por terminada la relación. Los vecinos del joven lo apoyaron en su difícil y frustrante situación.
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