Para todo viajero amante de los grandes espacios, del contacto con la naturaleza más pura y virgen, con el estado primitivo de las cosas, Canadá estará con toda seguridad siempre en el punto de mira como el viaje que quiere y debe hacer tarde o temprano. Y es que la espectacularidad del conocido como el Gran Norte es un destino pendiente para todos los que todavía reciben la incansable llamada de lo salvaje.

Pero antes de elegir qué territorio queremos ver, debemos informarnos, pues a no ser que podamos pasar todo el año disfrutando de este enorme país, si solo tenemos los tradicionales 15 días de vacaciones, habrá que decantarse por algún territorio y no querer abarcarlo todo, lo cual resultaría imposible. Así que, como decimos, antes de decidir, debemos informarnos un poco sobre las recomendaciones que tenemos que tener en cuenta.

Si ya hemos pensado que ese ha de ser nuestro destino y hemos cogido los libros apropiados de Jack London, tendremos que realizar los trámites necesarios para conseguir la eTa Canada, que no es otra cosa que una autorización electrónica para que el gobierno canadiense te permita entrar vía aérea a su suelo, necesario para aquellos ciudadanos de países que no necesitan visado, así que la eTa Canada para mexicanos es obligatoria. Esta tarjeta tiene una validez de cinco años o menos si el pasaporte con el que se solicitó caduca antes.

Es muy importante contratar un seguro de viaje que cubra asistencia sanitaria, repatriación y cualquier tipo de accidente, para evitar un sistema público se salud que no atiende a extranjeros. Es aconsejable por otra parte estar actualizado con el calendario de vacunación y llevar un botiquín de primeros auxilios si nuestra intención es internarnos en sus extensos bosques. No olvides llevar un adaptador para el enchufe, pues son enchufes americanos, es decir, para dos clavijas planas. Se conduce por la derecha, es obligatorio llevar encendidas las luces de cruce de día y de noche y el permiso de conducir español tiene una duración de 6 meses.

El Yukón, el último rincón salvaje de Norteamérica

Aunque corre riesgo de ser invadida por las multinacionales en busca de metales preciosos, todavía se mantiene intacto el territorio más salvaje de Canadá, un lugar donde todavía hay glaciares que no tienen nombre, donde los bosques no tienen fin, donde quedan los restos de los poblados que crecieron y desaparecieron cegados por el oro, lugares recónditos que te harán ser partícipe y sentirte como los personajes que el propio Jack London describía en sus novelas.

Un espacio casi tan grande como la propia península ibérica, pero con tan solo 34.000 habitantes, situado al noroeste de Canadá, paso fronterizo con Alaska, sigue manteniéndose prácticamente inalterable, y prueba de ello es que casi todas las especies animales que lo pueblan superan en número a los humanos.

El Yukón es, como cabe imaginar, un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza y también de aquellos que profesan pasión por los deportes al aire libre. Aquí se encuentran paraísos para escaladores en las cinco montañas más altas de este país, los mayores campos de hielo subárticos del mundo, todo dentro del impresionante Kluane National Park. Así mismo, las expediciones en canoa por el rio Yukón formarán parte de las experiencias más gratas e inolvidable de nuestras vidas.

Nos podremos sentir como auténticos buscadores de oro cuando visitemos Dawson City, ciudad de encuentro entre estos aventureros y que ahora sirve para que el turista recuerde ese pasado dorado, juegue al póker en el salón histórico, pruebe suerte cribando oro en las heladas aguas de los ríos circundantes o simplemente se dedique a extasiarse con la ubicación tan espectacular en la que se encuentra este pueblo mítico.

Si, como señalábamos con anterioridad, alquilamos un vehículo particular, tendremos la oportunidad de realizar la considerada como una de las rutas más épicas del mundo, la Klondike Higway, que comienza en Alaska, pero rápidamente se introduce en los territorios del Yukón. Su belleza no tiene igual y con toda probabilidad encontraremos alces y osos por el camino hasta llegar al Tombstones Territorial Park, para quedarnos ensimismados al contemplar lo hermoso y enorme que es.

El Tombstone Territorial Park bordea la Dempster Highway a lo largo de unos 50 kilómetros, con lo que siempre estaremos rodeados de frondosos y espectaculares bosques, y es que los valles están teñidos de verdes y grises como muestra de la calidad pictórica de la madre naturaleza, y se pintan de blanco los escarpados picos en las alturas, pues se contemplan desde la distancia como salpicaduras de pequeños glaciares y lagos alpinos.

Cuando llega el verano, la belleza no es menor, julio hace su abrupta aparición con un estallido de flores silvestres de todos los colores sobre los que prevalecen los morados. Las nubes, por su parte, barren la tundra y provocan chubascos interrumpidos con rachas de sol intenso, una belleza panorámica que te hace sentir parte de la vida y de este planeta, el silencio se vuelve el más firme aliado para detener el tiempo, al menos en nuestra mente, para siempre.

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