En la vida como en los negocios, se forma a los líderes en la capacidad de soñar el futuro, pero también en la actitud para construirlo. Las culturas más vigorosas en la historia de la humanidad, han salido adelante ante todas las adversidades por su capacidad de ver hacia adelante, no hacia atrás. Los anglosajones como ejemplo; los japoneses, los países nórdicos, todos, siempre ven hacia adelante y se levantan entre los escombros de sus adversidades. Hoy, las competitivas culturas orientales lo hacen.
La cultura es ese cúmulo de hábitos, creencias, valores, que compartimos un grupo en un espacio y tiempo y es el resultado de la interacción de las personas y su entorno. Es más fuerte definitivamente éste, el entorno, para cambiar a las personas. Quienes aprenden en casa, en la colonia, en la escuela, en el trabajo, a ver el futuro, tendrán esta actitud toda la vida. Por el contrario, quienes están acostumbrados a ver el pasado para justificar el presente, están condenados a repetirlo. Esto se cumple inexorablemente. Por eso, las culturas latinoamericanas, -hijas de la visión catastrofista de Mesoamérica y de la cosmovisión católica que nos trajeron los españoles-, han transmitido por generaciones, la cultura de echarle la culpa al pasado.
Esto es una lección para las organizaciones. Si una empresa contrata a un Director, lo hace para que dé resultados, no para que eche la culpa al anterior. Lo mismo sucede con los gobernantes y hoy, con nuestro presidente AMLO. Fue electo, digamos, contratado, por la gran mayoría de los mexicanos, pero a todas horas del día, desde hace 6 meses, echa la culpa (en inicio, con razón, por cierto), al pasado, pero hoy su discurso se ha estacionado allí. “Me dejaron un cochinero”, “Los gobiernos conservadores son los responsables”; “traemos inercias del pasado”, son las frases que repite a todas horas cuando se le piden resultados ¿Se imaginan a una organización exitosa que todos los días escuche de su líder que la culpa la tiene el pasado y que no proponga una visión confiable del futuro con estrategias efectivas para construirlo?
Sin duda, la delincuencia, la inseguridad no es una preocupación solo de los “conservadores” y los “fifís” como los califica el Presidente. La percepción de inseguridad está presente en todos los niveles sociales. Tiene como causa, es cierto, la desigualdad social, pero a la inseguridad se le ataca también con el cumplimiento de la ley y con castigos ejemplares. Y esto, simplemente, no pasa. Vemos impunidad en el cumplimiento de la ley y permisividad con los infractores. Nuestro líder repite constantemente que la culpa de todo lo que pasa hoy, son los gobiernos anteriores, pero este discurso está agotado. El tiempo pasa y la gente quiere respuestas contundentes, resultados.
En Guanajuato, donde el 80% de los asesinatos son del orden federal, es donde tiene que demostrarse que el Estado es mayor que la delincuencia organizada y que el gobierno de AMLO dé resultados. La sociedad en su conjunto tiene esperanzas de que volveremos a vivir en paz. El partido Morena culpa al PAN local del incremento de los homicidios y si bien es cierto que una parte de responsabilidad en delitos del fuero común son del Gobernador, es precisamente al Gobierno federal y a nuestro presidente AMLO a quien hay que pedirles cuentas sobre lo que nos sucede.
Lamentablemente la economía se ha detenido en un 1.5% del PIB, crece la tasa de desempleo de acuerdo al informe del Inegi a pesar de que el índice de Confianza del Consumidor se ha incrementado. El escenario no es optimista, hay que decirlo. Requerimos que nuestro Presidente vea hacia el futuro, que nos invite a mirar hacia adelante y que no insista en el discurso gastado de que todo es culpa del pasado. En las organizaciones esto no sirve, en el gobierno, menos. Hoy México requiere vender, crear, innovar, y que se desate la capacidad innovadora de los mexicanos. Ver hacia adelante es tener una visión confiable del futuro evitando lamentarnos siempre y a todas horas del pasado como lo hace AMLO. Hoy más que antes, requerimos para crecer, ver para adelante.
* Director de la Universidad Meridiano
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