Nueva York, EU.- La primera “esclava” de Keith Raniere fue una mexicana menor de edad.
El fundador de la firma de autoayuda y supuesta secta sexual Nxivm es acusado de graves delitos, según lo que se reveló en la primera jornada de su juicio, en Nueva York.
La fiscalía estadounidense busca convencer al jurado del caso que el fundador de la secta no era un gurú, sino un criminal.
Raniere, de 58 años, es el centro de atención del caso que tiene atención internacional, sobre todo después de que celebridades resultaron implicadas y se declararon culpables, como la actriz Allison Mack (de Smallville) y la heredera del conglomerado licorero Seagram”s, Clare Bronfman.
La primera ‘esclava sexual’
La fiscal Tanja Hajjar expuso cómo fue que Raniere reclutó a la primera “esclava sexual” del grupo de mujeres que eran extorsionadas y supuestamente marcadas con las iniciales del acusado.
Según la información de Hajjar, Raniere atrajo a Nueva York a una familia de México en 2005 bajo la promesa de apadrinar a sus tres hijas en Nxivm, que se promocionaba como una firma de desarrollo personal.
No obstante, la acusación de la fiscal es que nunca estuvo interesado en ser su mentor y en lugar de eso, tuvo sexo con las tres. La menor de ellas, Camila, tenía 15 años en ese entonces.
Luego de que Daniela, otra de la niñas, salió con otra persona, la castigó.
El periódico The New York Post publicó parte de la historia que expuso Hajjar.
La encerró en una habitación durante dos años, antes de enviarla de vuelta a México, mientras que Camila, a quien consideró su primera ‘esclava’, fue presionada para reclutar a otras mujeres para que se acostaran con él.
Por su parte, la fiscal lo acusó de fingir.
El acusado fingió ser un gurú, pero era un criminal.
La acusación
El juez del caso, Nicholas Garaus, rechazó una moción de la defensa de Raniere para excluir como pruebas fotos que constituyen pornografía infantil halladas en una USB que se incautó en un registro en su casa de Nueva York bajo orden judicial.
Raniere está acusado, entre otros delitos, de tráfico sexual, con adultos y menores; posesión de pornografía infantil, explotación sexual de una menor y chantaje.