Puebla.- Los sueños de Micky por estudiar se acabaron luego de que a sus apenas 10 años, fuera víctima de la delincuencia.

De acuerdo con Vanguardia, el pasado 19 de julio, Micky se levantó temprano para acompañar a su papá a vender quesos y así ahorrar para sus útiles escolares.

El pequeño salió de su casa pasadas las 6 de la mañana y junto a su papá se dirigían a comerciar los productos para que Micky pudiera volver a la escuela y ver de nuevo a sus compañeros, con quienes ansiaba convivir después de sus vacaciones.

Sin embargo, en el camino fueron interceptados por hombres a bordo de una motocicleta y aunque el padre del niño aceleró para evadir a los ladrones, una detonación de arma de fuego cambió por completo la vida de su familia.

Los motociclistas no lograron robarles la mercancía o sus pertenencias personales, sino tras disparar a la cabina huyeron.

Sueños truncados

El padre de Micky vio que su hijo estaba herido, la bala le había dado en el cráneo; lo llevó de inmediato al hospital más cercano, pero pese a los esfuerzos de los doctores, Micky perdió la vida.

Entre lágrimas y enojo por la inseguridad e impunidad, este domingo, familiares y compañeros del pequeño le dieron su último “adiós”.
 

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